La Junta de Castilla y León inició esta semana el rastreo del COVID-19 en las aguas residuales de las residencias de personas mayores que no han tenido casos hasta ahora, por lo que contempla llevar a cabo 4.296 análisis en un total de 663 centros. Las muestras se toman dos veces a la semana en los centros con más de 100 usuarios y cada dos en los que tengan menos de esta cifra.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente asumió esta tarea que ha encargado a la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), para lo que cuenta con un presupuesto de 1,18 millones de euros (IVA incluido). Tras las primeras pruebas, el contrato prevé impulsar la próxima semana los trabajos y finalizar la del 21 de diciembre, si bien se puede prorrogar durante 16 semanas naturales.
La toma de muestras, que tendrá una duración de ocho horas para ser representativa, se centrarán en las 663 residencias en las que no se han dado casos de la enfermedad, las cuales se dividirán en dos subgrupos, las 526 de menos de 100 residentes y las 137 de más de 100. En las primeras realizarán cada dos semanas -la primera y tercera del mes o la segunda y cuarta- y en las segundas, dos veces cada semana y en las mismas jornadas siempre.
Las muestras serán recogidas en la arqueta de salida de cada residencia, siempre sin entrar en la misma, para evitar en todo momento el contacto con los residentes o los empleados. Se deberá recoger mediante muestreadores automáticos que toman al menos una muestra cada hora durante mínimo ocho horas. Será necesario la refrigeración de la toma muestras mediante acumuladores de frio o hielo para el proceso de recogida compuesta en el tiempo.
El tiempo medio para analizar cada muestra será de dos días, si bien el máximo permitido es de cuatro jornadas. Con esto se consigue obtener el resultado antes de la toma de la siguiente muestra en la misma residencia. El ensayo que se realizará será detección cualitativa de ARN de SARSCOV-2. Cuando el resultado de los análisis sea positivo en alguna residencia, el laboratorio lo indicará a los responsables que se encargará de comunicarlo inmediatamente a la residencia afectada y a las autoridades sanitarias.
Durante la toma de muestras en las distintas residencias será necesario llevar ropa de trabajo adecuada y equipos de protección individual obligatorios. Se requiere además ropa de manga larga que evite el contacto de las aguas residuales directamente con la piel. También es obligatorio el uso correcto de guantes, gafas de protección y mascarilla durante todo el proceso de la toma de muestra.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente recordó a los que se encarguen de esta tarea que está prohibido comer, beber o fumar durante toda la jornada de muestreo y es indispensable el lavado de manos previo a cualquiera de estas actividades. Además, se exige desechar los guantes después de cada muestreo y se lavar correctamente las manos con jabón o gel desinfectante.
Centros elegidos
Esta estrategia de barrido de la Junta sobre las aguas residuales se centrarán en las 663 residencias en las que no se han dado casos de la enfermedad, si bien su número se podría corregir a medida que avancen las semanas si se registrara algún contagio. Así, se actuará en principio en 39 de menos de 100 residentes de Ávila; 73 de Burgos; 89 de León, 40 de Palencia; 102 de Salamanca; 30 de Segovia; 26 de Soria; 79 de Valladolid y 48 de Zamora, en total 526.
A estas se sumaran otros centros de mayor tamaño, con más de 100 plazas, que se distribuyen en once de Ávila, 18 de Burgos, 18 de León, 14 de Palencia, 21 de Salamanca, nueve de Segovia, ocho de Soria, 25 de Valladolid y 13 de Zamora, en total 137 en toda la Comunidad.