Este fin de semana se conmemora el aniversario de la consagración de la Catedral de Segovia, se cumplen 255 años de la Bendición de la Dama de las Catedrales.
Hasta llegar a su consagración, la Catedral de Segovia pasó por un proceso de tres campañas constructivas que se prolongaron oficialmente hasta el año 1684 con el inicio de la construcción de la Capilla de los Ayala Berganza, exponente barroco de la época, y que quedó terminada en 1730.
La colocación de la primera piedra tuvo lugar el 8 de junio de 1525. Los trabajos se centraron en la fachada occidental y el maestro de obras, Rodrigo Gil de Hontañón, y su aparejador, García de Cubillas, se apresuraron a cerrar el crucero junto con la nave central, laterales y las capillas hornacinas. Uno de los motivos era trasladar al Santísimo Sacramento cuanto antes y comenzar con la función litúrgica del templo.
Este traslado y, la primera Eucaristía, se produjeron el 15 de agosto de 1558, coincidiendo con la festividad de la Asunción de la Virgen a quien está dedicada el templo, junto al Patrón de la Diócesis, San Frutos. El acto de traslación del Santísimo comenzó a primera hora de la mañana, desde el ya desaparecido convento de Santa Clara, que hoy quedaría ubicado en la cabecera de la Catedral, y se adentró en la Catedral a través de la Puerta del Perdón. La primera Eucaristía en este templo católico fue presidida por el obispo Gaspar de Zúñiga y Avellaneda.
Según recogió el historiador segoviano, Diego de Colmenares, la procesión del traslado y los actos organizados en torno a ella gozaron de un amplio despliegue procesional y de festejos como muestra de devoción del pueblo segoviano. En cuanto a la procesión, instrumentos musicales, cofradías y numerosas parroquias abrían el desfile que contaba, como punto principal, con el traslado de las reliquias de San Frutos y sus hermanos, San Valentín y Santa Engracia, de la imagen de Nuestra Señora de la Paz, portada por 12 clérigos, para cerrar la procesión el Santísimo Sacramento que se situaba bajo un rico palio portado por 24 regidores y caballeros.
En cuanto a los festejos de este día, antesala de la Consagración del templo que ocurriría 210 años después, la ciudad se llenó de luminarias, se corrieron toros el día anterior y las calles se iluminaron con hachones y con animales de fuego. “Todo el ventanaje de nuestra ciudad cuajado de luces. Y como por la altura de su sitio está descubierta a las llanuras de Castilla la Vieja, de muchos de sus pueblos se divisaban las luces que sin duda pasaban de veinte mil”, recogío el historiador.
La segunda y tercera campaña constructiva se sucedieron a pesar de los continuos problemas de financiación por parte de la fábrica para seguir un ritmo constante en las obras. Meses antes de la importante fecha de la consagración, todavía en 1767, comenzaron los preparativos desde el Cabildo Catedral y por parte del obispo José Martínez Escalzo.
La Catedral de Segovia debía de contar con todos los detalles posibles y se encargaron cornucopias, los espejos visibles en la actualidad a lo largo de todo el templo, y cruces para ser distribuidas por todas las naves. A falta de menos de un mes para la consagración, el 20 de junio, se invitó oficialmente a fieles y sacerdotes para colaborar en la puesta a punto de la Catedral, tanto en su limpieza como en las tareas de decoración.
En la víspera del 16 de julio de 1768, el ambiente festivo recorría ya toda la ciudad de Segovia y el volteo de las campanas, periódicamente a lo largo del día, invitaba a la oración y a la preparación espiritual para dicho momento, a lo que el clero se unió ayunando durante toda la jornada.
Finalmente, el 16 de julio, se procedió a la Solemne Consagración y Bendición, 540 años después de la consagración de su anterior catedral, emplazada frente al Alcázar y destruida durante la Guerra de los Comuneros (1520-1522).
El coro comenzó a entonar los cantos a las cuatro y media de la madrugada y, el rito de la consagración, se inició una hora después. La celebración se prolongó durante varias horas y no fue hasta las doce del mediodía cuando el Obispo abandonó el templo, según se recoge, entre los aplausos y vítores de los segovianos por ver concluida, tras siglos, su Catedral.
Esta fecha queda recogida de forma permanente en la piedra situada en la cabecera de la Catedral, justo detrás del Altar Mayor, y recuerda a segovianos y visitantes que la Catedral está dedicada a la Asunción de la Virgen al Cielo y a San Frutos.
Así se celebrará el aniversario
Este domingo 16 de julio se cumplen 255 años de la Solemne Consagración y Bendición de la Catedral de Segovia y el Cabildo celebra esta importante fecha, con la misa de conmemoración que será al día siguiente, a las 10.00 horas, en la capilla del Santísimo.
El sábado 15, a las 19.00 horas, la Catedral albergará la ordenación de diácono de Alberto Janusz Kasprzykowski Esteban, presidida por el obispo de Segovia, César Franco.
Asimismo, el martes 18, a las 20.00, la Sala Capitular acoge la conferencia ‘El Cabildo de Segovia: los canónigos y la construcción de la Catedral’, impartida por el canónigo doctoral, José Miguel Espinosa Sarmiento, sobre el papel principal de los canónigos desde el siglo XVI, y de la propia institución capitular, para hacer posible el patrimonio artístico, histórico y religioso del actual templo catedralicio.
Además de la importancia de las ofrendas del Cabildo y la clerecía en las tres fases de construcción, durante la conferencia se hablará sobre canónigos reseñables en la fábrica catedralicia y, de los que desde su función dentro de la institución catedralicia, legaron un templo para alabanza a Dios y seña de identidad segoviana ante al mundo. El acceso será libre hasta completar aforo.
José Miguel Espinosa Sarmiento es autor del libro ‘Los canónigos de la Catedral de Segovia desde el siglo XVI’, que es fruto de una investigación de cuatro años en el Archivo Capitular y en decenas de archivos a nivel nacional.