Los voluntarios de AECC y ASCOL disponen de una nueva herramienta para seguir ayudando a los pacientes de cáncer y sus familias en el Hospital General de Segovia. De lunes a viernes, con un carro cargado de café, infusiones, zumos o agua, estarán en el hospital de día para “intentar hacer la estancia más agradable a estas personas que pasan muchas horas esperando su tratamiento”, según explicó la presidenta de AECC Segovia, Ana Sanjosé.
El objetivo es “acompañar” siempre y cuando así lo quieran las personas que se encuentran en el hospital de día. “Nuestra razón de ser es no incordiar sino acompañar cuando lo necesiten y cuando lo quieran. Hacer un poco más agradable esas horas. Acompañar y escuchar es una parte muy importante de nuestra labor , subrayó Ana Sanjosé.
Los voluntarios y voluntarias de la AECC Segovia y de la Asociación contra la Leucemia y la Enfermedades de la Sangre (ASCOL), llevarán este carrito portátil, cargado con cosas materiales pero sobre todo con sus palabras de aliento y apoyo, su mejor voluntad y mucha información. “Es una forma de acercarse para que cuando quieran hablar también poder contarles todos los recursos a los que puedan acceder porque la enfermedad absorbe tanto que somos incapaces de ver todo lo que puede ayudarnos”, explicó Sanjosé
Segovianos como Miguel Prieto, de la AECC Segovia, o Puri Bermejo de ASCOL, acudieron a la presentación de esta iniciativa conjunta de sus asociaciones, con una sonrisa dibujada en su cara y sus ganas de seguir ayudando, empujando este singular carrito que lleva mucho más que café o zumo, lleva toda su experiencia en dedicar su tiempo para estar cerca de quiénes están pasando momentos complicados.
ASCOL y la AECC son las dos asociaciones que trabajan y están junto con los pacientes de cáncer en el Hospital General de Segovia. Según los datos aportados por el gerente de Asistencia Sanitaria, el doctor Jorge Elizaga, en 2019, se atendieron a cerca de 340 enfermos oncológicos que necesitaron radioterapia. De ellos, 280 se desplazaron a Valladolid; 27 pacientes de la zona norte y este de la provincia fueron a centros de Madrid y 33 personas se sometieron al tratamiento específico de braquiterapia en Salamanca.
Precisamente en la ciudad charra nació, hace 28 años, ASCOL, que atiende a pacientes hematológicos de las provincias de Castilla y León que son derivados a Salamanca. La trabajadora social de ASCOL, Soraya García, recordó que llevan un año trabajando en el Complejo Hospitalario de Segovia, a iniciativa del doctor Queizán, jefe del Servicio de Hematología, para detectar las necesidades de los pacientes y sus familias y darles a conocer todos los servicios de los que dispone si son derivados a Salamanca: pisos de acogida, servicio psicológico o fisioterapia.
Durante 2019, ASCOL se ha acercado a 700 pacientes hematológicos para explicarles su labor. Sus voluntarias segovianas y salmantinas también coordinan el llamado ‘Café ASCOL’, que celebran en una sala habilitada en la quinta planta, donde pacientes y expacientes, y sus familiares, conversan y comparten todo lo proceso físico y emocional que están viviendo. Una experiencia que ahora se transforma en un carrito con mucha información.
Mucho camino por recorrer
Según un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer el 45 por ciento de la carga la asume la familia del paciente en la parte económica, social y psicológica. Ana Sanjosé recordó que la parte sanitaria está cubierta pero ante esta enfermedad “devastadora” queda mucho por hacer en el terreno socio-laboral que hay que acometer por “el caos” que causa en grupos de trabajadores como son los autónomos o el coste económico del cáncer que “muchas familias no lo pueden soportar”.
Desde la AECC Segovia volvieron reclamar que los pacientes oncológicos también necesitan más comodidad y para lo que es necesario que el Hospital de Segovia tenga unidad de Radioterapia y evitar los desplazamientos a otros centros hospitalarios.