Fermín de los Reyes y Javier Pascual abordan una nueva publicación sobre los ríos que atraviesan la provincia de Segovia. ‘Duratón. El eterno fluir de un gran río’ es una obra de divulgación en la que la descripción combina sabiamente el viaje a través del río, con el paisaje, la flora, la fauna y la huella del ser humano. Un libro publicado por la Diputación Provincial.

El vicepresidente primero y diputado de Cultura, José María Bravo, resaltó que el río Duratón cautiva “con las ganas que la naturaleza le fue dando, compuestas por esa suerte de mimetismo entre el paisaje la vegetación y la fauna”, sin olvidar, la huella del ser humano, ya que el Duratón, de manera constante en la historia, ha sido “camino, refugio y lugar de transcendencia”.

Por su parte, los autores afirmaron que “el trabajo ha sido costoso”, no solo por la escasa accesibilidad del río en muchos de sus tramos, sino lo han completado con el acceso a la documentación de numerosos archivos, entre ellos, él de la propia institución provincia, que dan testimonio fehaciente de sus diferentes usos.

El río Duratón nace en Madrid y, atravesando Segovia desemboca en el Duero, en Valladolid. Atraviesa Segovia, empezando en Somosierra, pasa por Sotillo, Duratón, Sepúlveda, Burgomillodo, Cobos de Fuentidueña, San Miguel de Bernuy, Fuentidueña y un largo etcétera de municipios. No hay duda de que, en este viaje, sobresale el impresionante paisaje de su cañón, con parajes espectaculares, molinos y batanes con su aprovechamiento de agua para múltiples usos.

De nuevo, la huella visible dejada por el hombre desde épocas prehistóricas (pinturas, santuarios, ermitas, fortificaciones o monasterios), que dejan patente, entre otras cosas, el carácter sagrado que el río ha tenido en muchas de las culturas que se asentaron en sus cauces.

Bravo quiso destacar una de las ideas que el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente destaca en la presentación institucional del libro. “De obra es sabido que el río Duratón es sagrado para todos los segovianos, uno de esos emblemas de los que nos gusta presumir porque sus hoces atrapan a cualquiera que ose a contemplarlas un segundo”, escribe, porque “hasta el mismísimo San Frutos no pasaría una sola página de la Historia de la provincia sin incluirlo entre sus bienes naturales más preciados”.

Fermín de los Reyes y Javier Pascual ya deslumbraron con su radiografía de otro río segoviano, el Cega, patrimonio natural e histórico.