Los ataques del lobo se dispararon un 72 por ciento al sur del río Duero en Castilla y León durante el primer semestre del año, mientras que en la zona norte, donde es una especie cinegética, aumentaron un 36 por ciento, en relación al mismo periodo de 2017. Ante esta situación, la Junta consideró “insostenible” la situación y garantizó una caza “sostenible” de la especie en la zona norte, según fuentes del Ejecutivo.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presidió hoy la reunión de la Mesa del Lobo, en la que se presentó la Memoria Anual de 2017, que constata el “constante” incremento de los ataques de lobo en la Comunidad, con especial incidencia al sur del Duero, donde la especie goza de estricta protección, situación que se vio “agudizada” en el primer semestre de 2018.

La Memoria valora el estado de conservación del lobo, a juicio de los técnicos encargados de su seguimiento, y recoge un detallado análisis de los daños que ha ocasionado a la ganadería extensiva. Refleja el “constante” incremento de los ataques, con especial incidencia al sur del Duero, donde la especie está estrictamente protegida en aplicación de la normativa europea (Directiva Hábitats) y no puede ser objeto de caza.

Así, en el año 2017, el número de ataques aumentó un 47 por ciento al sur del Duero y, sin embargo, disminuyó en un 16 por ciento en la zona norte, donde sí es especie cinegética. Sin embargo, en el primer semestre de 2018, se produjo un aumento de los ataques del 36 por ciento al norte y de un 72 por ciento, al sur, respecto al primer semestre de 2017, pasando de 890 a 1.449 ataques.

Además, los datos muestran que el principal incremento se concentra en determinados municipios de Ávila y Segovia, con una media de seis ataques diarios. Fomento y Medio Ambiente entiende que la situación es “insostenible” y que únicamente se ve atenuada temporalmente por el “ágil” sistema de pagos compensatorios.

La Consejería recordó la situación jurídica en que se encuentra la caza del lobo al norte del Duero tras una serie de sentencias dictadas por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y de los cambios normativos realizados por la Junta para adaptarse a dichos fallos. Actualmente, no se puede cazar el lobo al norte del Duero, donde la especie es cinegética, por estar vigente un auto que suspende cautelarmente el Plan de Aprovechamiento Cinegético.

Por su parte, Suárez-Quiñones expresó a los integrantes de la Mesa la “firme” intención de la Junta de trabajar para que el lobo pueda ser cazado de forma “sostenible”, manteniendo su estado de conservación, dados los beneficios ambientales y económico-sociales para la Comunidad, y manteniendo el respeto a lo dictado por los tribunales.

Nuevas alternativas

La Mesa del Lobo, formada por organizaciones profesionales agrarias, los grupos conservacionistas, la Federación de Caza de Castilla y León y las empresas eco-turísticas, revisó también el plan de actuaciones previsto para 2019, en el que destaca la presentación de un ambicioso programa Life ‘Wolf & Livestock. Soluciones para la coexistencia entre el lobo y la ganadería al sur del río Duero en Castilla y León’, que pretende explorar todas las vías que aporten soluciones al conflicto, especialmente medidas preventivas que permitan la coexistencia del lobo con la ganadería extensiva.

La Consejería informó también a la Mesa del Lobo de las conversaciones mantenidas con la Comisión Europea y el Ministerio de Transición Ecológica, con el objetivo de buscar fórmulas más flexibles en la aplicación de las directivas, así como de la invitación de la Comisión Europea para conocer in situ diversas actuaciones llevadas a cabo por la administración francesa en el marco de otro programa LIFE en la región de Rhône-Alpes y establecer estrategias conjuntas en el marco de la Unión. Dicha visita se realizará, previsiblemente, en este mes de septiembre.