Una empresa segoviana premiada en el XI concurso ‘Desafío Universidad-Empresa de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.
Estos galardones son una apuesta por la industria agroalimentaria, la transición ecológica y la aplicación de las nuevas tecnologías al desarrollo rural y la protección del patrimonio natural.
Mientras el primer premio ha recaído en el proyecto ‘Extractos vegetales sostenibles para mejorar la vida útil de productos cárnicos’, el segundo ha sido para la empresa segoviana reconocida en este desafío.
Primer premio
La propuesta premiada en primer lugar responde a un desafío planteado por la empresa Campofrío. Pretende identificar compuestos de origen vegetal para inhibir el crecimiento de microorganismos manteniendo el color y aroma de la carne. La investigadora Ana Cristina Aldavero, de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), lidera el proyecto.
Segundo premio
El proyecto ‘Plantas como biofactorías y medio de biocontrol de Drosophila suzukii’, que responde a una demanda de la empresa segoviana El Pinar Berries, ha conseguido el segundo premio.
Precisamente, el objetivo consiste en el desarrollo de un control biológico respetuoso con el medio ambiente de la mosca de alas manchadas. Y es que esta especie es responsable de grandes pérdidas en los cultivos de frutos rojos.
El equipo investigador, con base en el Instituto de Investigación en Agrobiotecnología (CIALE) de la Universidad de Salamanca (USAL), está integrado por Noelia Arteaga, Ricardo Costa y Óscar Lorenzo.
– Fresas de Segovia en Tierra de Pinares –
Tercer premio
Para el proyecto ‘Diseño virtual de recipientes a presión compuestos para almacenar H2’, reto planteado por la empresa salmantina H2m Hidrógeno Manufacturado. Fue propuesto por los investigadores Raúl Muñoz y Roberto García de la USAL.
Nuevos emprendedores y accésit
En esta edición, el ‘Premio Especial Nuevos Emprendedores’ ha sido para el proyecto ‘Desarrollo de abonos líquidos naturales procedentes de excrementos de Tenebrio molitor para su implementación en procesos de fertirrigación’. Con él, se pretende desarrollar una versión líquida del abono natural.
La propuesta responde a un reto planteado por el emprendedor vallisoletano Israel Benito, fundador de la empresa Insectropía en Villanueva de los Caballeros.
El equipo investigador está integrado por María Inmaculada Sánchez, Óscar Lorenzo, Álvaro Sánchez y José Antonio Martín. Todos pertenecen al Instituto de Investigación en Agrobiotecnología (CIALE) de la Universidad de Salamanca.
Finalmente, el jurado ha otorgado el accésit para proyectos que supongan una aplicación de la Inteligencia Artificial en tareas sociales, medioambientales o educativas.