Las agresiones al personal sanitario siguen constituyendo uno de los mayores problemas a los que se enfrenta a diario el sistema nacional de Salud, que pese a haber desarrollado mecanismos para combatirlas, continúa asistiendo a episodios que en Segovia dejaron durante 2017 un total de 24 médicos afectados en 21 incidentes. Así lo daba a conocer recientemente, en un curso organizado por el Colegio de Médicos de Segovia, el secretario de la sección de Agresiones del Observatorio de la Junta de Castilla y León, Javier Roig. En una jornada en la que también participó, acto seguido, el psicólogo David Manzano con la ponencia ‘Cómo gestionar una situación de conflicto en la consulta’, Javier Roig explicaba cómo “Segovia es de las áreas pequeñas que tiene un número importante de agresiones registradas”.
No obstante, el secretario de esta sección en la Junta hacía hincapié en la palabra ‘registradas’, ya que a su juicio, el hecho de que la tendencia en este tipo de registros vaya al alza puede significar, dentro de la medida, una circunstancia positiva, ya que podría indicar “que los médicos de Sacyl en Segovia están un poco más sensibilizados, gracias entre otras cosas al trabajo que hace el Colegio de Médicos con cursos como éste, y que, por lo tanto, denuncian este tipo de conductas violentas”. “Si un número no figura, esa realidad se desconoce; si los profesionales no denuncian, nosotros no tenemos constancia de que la agresión se ha producido”, argumentaba Javier Roig. En este sentido se pronunciaba también, a la hora de las presentaciones de los ponentes, Enrique Guilabert, presidente de la entidad colegial, para quien “se trata de un problema que despierta preocupación, ya que se está viendo una tendencia al alza que no se sabe muy bien si está motivada porque estamos denunciando más las agresiones, o si se debe a otros factores como pueden ser los cambios estructurales que hemos sufrido en los últimos años”. “Lo que sí sabemos es que tenemos que luchar todos contra estos hechos deleznables que perjudican la relación médico-paciente”, añadía el doctor Guilabert.
En cualquier caso, el convenio firmado en 2011 entre la Gerencia Regional de Salud y el Consejo Autonómico de Colegios de Médicos de Castilla y León ha sido determinante desde entonces, pero no ha podido impedir que en la Comunidad se hayan anotado un total de 367 agresiones en hospitales, 265 en Atención Primaria y 7 en Emergencias en el pasado año.
Entre éstas, los destinatarios de las agresiones, según apuntaba Javier Roig, son principalmente los médicos en AP y el personal de Enfermería en hospitales, y el perfil medio del agresor a personal médico suele responder al de un hombre, aunque por una mayoría muy ajustada del 52%. Sobre el tipo de agresiones, el secretario de la sección de Agresiones del Observatorio de la Junta de Castilla y León indicaba también que un 73% de las conductas violentas hacia los médicos en 2017 fueron de carácter verbal, ya que, tal y como aclaraba, “la mayor parte de las agresiones físicas se dan en pacientes de Psiquiatría y éstos suelen estar en esos momentos atendidos por profesionales de Enfermería, auxiliares o celadores”.
Durante su intervención, Javier Roig también hizo alusión a la intervención en el 28% de los casos registrados en Castilla y León de vigilantes de seguridad y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y destacó de forma positiva que más de la mitad de las denuncias presentadas por vía Penal habían sido presentadas por los profesionales médicos ―el resto, un 40%, por personal sanitario―. Además, Roig explicó en qué consiste el Plan Integral frente a las Agresiones adoptado en 2008 por la Comunidad Autónoma y, por último, subrayó que entre 2016 y 2017 ha aumentado de forma notable la cifra de agresiones registradas, incidiendo en el mensaje positivo al señalar que “en dos años la sociedad no se vuelve más violenta de repente; personalmente creo que se debe más a la labor que se está haciendo desde Sacyl, los Colegios, la Administración o los Sindicatos”.
David Manzano: “A veces despreciamos la agresión verbal; nos hemos ido acostumbrando”
Por su parte, el doctor David Manzano centró su exposición en cómo y en qué situaciones se dan las agresiones, reforzando también la opinión de Javier Roig de la necesidad de denunciar la agresión verbal. Y es que, para el doctor Manzano, “a veces despreciamos la agresión verbal; nos hemos ido acostumbrando y a veces no somos capaces de identificarla y comunicarla”.
El ponente, quien considera que “han cambiado mucho los perfiles, tanto del sanitario como de quienes acuden a la consulta, así como los roles”, aseguró que “hay una mayor formación y una mayor percepción de derechos por parte del usuario”, antes de dar paso a enumerar los motivos por los que en muchas ocasiones no se llega a tramitar la denuncia o los daños psicológicos que pueden manifestarse después de las agresiones.
Con estas dos conferencias, desde el Colegio de Médicos de Segovia se ponía fin a un curso que comenzó el 4 de abril y que ha abordado temas como el asesoramiento jurídico de los Colegios Oficiales de Médicos y Enfermería en los casos de agresión, el papel de los interlocutores policiales para combatir las agresiones en el ámbito sanitario, la actuación de la Justicia en estos casos o la seguridad del personal sanitario en consulta y atentados.