Un pueblo de Segovia defiende su centenaria estación de ferrocarril, construida en 1915, que refuerza el sentimiento de pertenencia al pueblo.
Los vecinos achacan a «la desidia y la despreocupación de las distintas instituciones que se haya ido degradando hasta encontrarse en estado de ruina«.
Lamentan el «escaso valor o nulo en este caso para ADIF, autoridades e instituciones que se da a un legado que es de todos vecinos y no vecinos» del pueblo.
– Una ciudad vaccea en un pueblo de Segovia –
Antes de que se derrumbe, piden medidas ante la «desaparición de estos bienes únicos, donde han trabajado y han sido utilizados con fines industriales por nuestros antepasados». Esta circunstancia, apuntan los vecinos, «nos hace reflexionar sobre la importancia de la identidad y la pequeña historia de un pueblo y su significado».
La estación de tren de Ortigosa de Pestaño
«La estación de tren de Ortigosa de Pestaño es una construcción de estilo neomudéjar con paramentos de mampostería y ladrillo, restos de azulejería en su interior, cubierta de teja árabe y una interesante marquesina de fundición a base de unas delgadas columnillas clásicas y vigas caladas o de celosía.
Se edificó hacia 1915 por la Compañía de los Caminos de Hierros del Norte de España como parte de la línea Segovia-Medina del Campo, una ruta ferroviaria que contó con un importante tránsito de viajeros y mercancías.
Como resultado de aquellos años de intensa actividad, cuyo cénit tuvo lugar entre 1940 y 1960.Se articuló en torno a la estación un pequeño barrio y conjunto industrial. Estaba compuesto por una fábrica de harinas, otra de hielos, un molino, un aserrío, panaderías, una central eléctrica, así como numerosos almacenes y comercios.
Cerrada hace 31 años
Sin embargo, a partir de los años 1980 comenzó un declive que llevó a su cierre definitivo en 1993 dada su falta de rentabilidad económica.
Actualmente, el edificio se encuentra abandonado y con evidentes signos de deterioro.
Su interior ha sido vandalizado y gran parte de sus bienes muebles junto a otros elementos de valor han desaparecido.
Por fotografías localizadas en internet se ha podido apreciar la existencia aún de algún panel de mando de época, como la mesa de enclavamiento.
Asimismo, se mantienen algunas carpinterías y parte de la azulejería.
La estructura del edificio, pese al abandono, subsiste en un aceptable estado al igual que la marquesina de fundición, sin duda, su elemento más interesante y característico.
Testimonio histórico del pasado industrial
La antigua estación presenta valores artísticos y ambientales, además de constituir un interesante testimonio histórico del pasado industrial de la comarca.
Sin embargo, dado el estado actual de deterioro del interior del inmueble, sería difícil argumentar su declaración como Bien de Interés Cultural, la máxima categoría de protección de acuerdo con la Ley 16/85, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español.
No obstante, y sin perjuicio de lo anterior, el edificio reúne valores suficientes para poder ser incluido en alguna de las categorías de protección a nivel local o del planeamiento urbano municipal.
En este sentido, sería interesante valorar por parte de la actual propiedad, la posibilidad de cederlo al Ayuntamiento para su recuperación como equipamiento cívico y social, devolviendo al uso un interesante edificio que fue el corazón económico y social del municipio hace décadas», apunta un informe del Ministerio de Educación y Deporte.
*Fotografías cedidas por María de Miguelsanz Herranz.
