El sindicato CSIF ha denunciado la agresión sufrida por un funcionario del Centro Penitenciario de Perogordo (Segovia) por parte de un interno que «sin mediar la palabra» le propinó «un brutal cabezazo en el pómulo» y tuvo que ser reducido por la víctima y su compañero para que «depusiera su actitud violenta». Los hechos ocurrieron cuando el preso era conducido al departamento de ingresos para ser trasladado por prescripción médica al Hospital General de Segovia.
El funcionario agredido tuvo que ser atendido por los servicios médicos del Centro Penitenciario a cuya dirección se elevó el parte con las lesiones sufridas. El responsable del sector de Administración General del Estado de CSIF Segovia, Fermín Pinto, explicó que este preso «venía protagonizando en los últimos días varios incidentes» contra internos y funcionarios, con agresiones, amenazas e insultos. Un comportamiento que ya «había realizado en otros centros penitenciarios».
Desde CSIF Segovia, recordó Fermín Pinto, han solicitado a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias y a todos los partidos políticos, la dotación de más medios, más personal, y un mayor control de los internos con problemas psiquiátricos, para poder trabajar con un mínimo de seguridad ante los internos. Fermín Pinto explicó que los internos con patologías psiquiátricas sólo pueden ser atendidos, y por turnos, en una de las dos únicas visitas mensuales que realiza al centro.
Pinto remarcó que el Centro Penitenciario de Segovia tiene «en la actualidad 43 vacantes» y remarcó que la Administración del Estado «no puede permitir este maltrato a sus trabajadores» y debe de dotar a los centros del personal necesario, modificando «de una por todas» la Ley Orgánica General Penitenciaria que reconozca a este colectivo la condición de agentes de la autoridad, de manera similar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.