No lo decimos nosotros, si no la revista Conde Nast Traveler que incluye este lugar único en Segovia, junto con otro en Barcelona, como los dos únicos lugares en España para atraer la buena suerte de un ránking que hace por diferentes localizaciones en todo el mundo.
Así, en un artículo, detalla algunos de los sitios más inverosímiles para pedir deseos cuando viajamos. Y es que, como apunta, «Siempre hay alguna estatua que tocar o alguna moneda que lanzar», para tener suerte.
Por tanto, si buscas cumplir tus sueños, y además eres o vives en la provincia de Segovia, lo tienes aún algo más fácil.
Lugares del mundo para atrapar la buena suerte
Conde Nast Traveler localiza 12 puntos estratégicos para que las hadas se pongan de nuestra parte. Y, curiosamente, sólo aparecen dos en España y, uno de ellos, en Segovia.
Los puntos más lejanos se encuentra en Japón y Nueva York. En el primero, se encuentran los ‘ema’ en los templos japoneses. Se refiere a las tablillas de madera decoradas y qeuque «para que el deseo ‘se active’ el ema es consumido por las llamas y, entonces, pasa al mundo de los espíritus, que decidirán si se cumple tu deseo o no», indica. En el segundo caso, la suerte nos llama desde el Charing Bull, frente a la Bolsa. Para ser rico, señala, «o por lo menos para tener la posibilidad de serlo, tienes que cumplir con un exótico ritual: tocarle el hocico, los cuernos y los testículos al toro de Charing».
En Europa, Italia se lleva la palma. Allí, la suerte puede llegar desde la conocida Fontana de Trevi, donde cada año los turistas depositan toneladas de monedas, el Puente de los Suspiros en Venecia, la Casa de Julieta en Verona o el Puente Milvio en Roma.
Quizá menos conocida es la tradición de la Piedra de Blarney, en Cork, de la que hay que besar la parte inferior de la piedra «en un ejercicio de contorsionismo», recalca la revista.
También la Estatua de Everard’t Serclaes en Bruselas, el Puente de Marie en París, o la estatua de San Juan Nepomuceno en Praga.
En España
La representación española tiene dos ubicaciones claves.
Una en Barcelona, en la Fuente de Canaletas. Allí, «si te fijas bien, existe una inscripción que asegura que si bebes agua te enamorarás de Barcelona y, por muy lejos que te marches, siempre acabarás regresando», dice el artículo.
La otra en la provincia de Segovia donde, más allá de creer o no en la buena suerte, el lugar es, desde luego, mágico.
Las Fuentes del Palacio Real de La Granja y, más concretamente, la Cascada de Anfitrite es el lugar elegido. Eso sí, los deseos se pueden pedir al aire para prevenir que se deterioren las fuentes y el espacio en general y, también, para evitar la posterior limpieza de monedas u otros objetos de un espacio singular, majestuoso y único con siglos de historia.
- Se puede leer el artículo completo de Conde Nast Traveler aquí.