Un incendio destrozó la fábrica de ‘Los Joaquines’, una nave con más de 100.000 jamones en Pinillos de Polendos, localidad perteneciente al municipio de Escobar de Polendos (Segovia). Las instalaciones se encontraban junto a la carretera CL-603, por lo que la Guardia Civil tuvo que cortar el tráfico en ambos sentidos. El fuego se registró sobre las 17.40 horas presuntamente a causa de un problema eléctrico que podría estar relacionado con la tormenta caída en la zona. De hecho, cuando los trabajadores de la fábrica siniestrada, una empresa familiar llamada Embutidos y Jamones Los Joaquines, llegaron allí a primera hora de la tarde se encontraron con que no había la luz; y poco después de que los propietarios llamaran a un electricista se registró una fuerte explosión.
“Puede haberse debido a un cortocircuito, algún otro problema eléctrico… se pueden barajar muchas posibilidades pero ninguna concreta todavía”, apuntó el jefe del parque de Bomberos de Segovia, José Luis del Pozo, en declaraciones recogidas por Ical mientras coordinaba las labores de extinción de un fuego que amenazaba con persistir hasta bien entrada la noche. No en vano, más de tres horas después de que se desatara el incendio los bomberos no habían podido acceder todavía al interior de la nave debido al riesgo derivado de los graves daños estructurales que presentaban las instalaciones; y la columna de humo blanco aún era visible a kilómetros de distancia.
La grasa de los jamones propició además que las llamas se propagaran y alcanzaran con especial rapidez la cubierta de la fábrica, que “también tenía fibra como aislante”, apuntó Del Pozo en referencia a una doble “carga térmica” que terminó de agravar la situación. “Estamos entrando poco a poco, es un trabajo muy laborioso sobre todo por la seguridad de los equipos de intervención”, explicó el jefe de bomberos. La nave, construida a principios de los años 90, quedó totalmente destrozada, ya que “los muros han quebrado” y “la afección estructural es prácticamente del 100 por cien”.
“Supongo que no podremos salvar nada”
A escasos 50 metros de las instalaciones contemplaba la escena uno de los hermanos propietarios de esta empresa familiar, Joaquín López, quien aún no se podía explicar lo ocurrido: “No había luz y hemos llamado a electricistas, después ha empezado a salir humo y ya la explosión”, relató. “La nave estaba llena de jamones, puede que hubiera unas 120.000 o 140.000 piezas, no sabemos exactamente, y supongo que no podremos salvar nada”.
Respecto a las causas, aunque se baraja un problema eléctrico, los familiares lamentaban que el transformador de la fábrica había pasado recientemente la ITV. Pero, de un modo u otro, de nada sirvió ante el calibre alcanzado por un incendio que obligó al parque de bomberos de Segovia a pedir refuerzos.
En apenas 20 minutos llegaron dos dotaciones del parque de la capital, situado a unos 21 kilómetros, con ocho efectivos y unos 14.000 litros de agua. “En cuanto vimos la importancia que tenía movilizamos a dos dotaciones más”, apuntó el jefe de bomberos. Y poco después llegaron los refuerzos de la Junta y la Mancomunidad para completar un dispositivo al que se sumaron incluso dos bomberos de Madrid que viven en el municipio vecino de Cantimpalos.
La Junta envió un helicóptero y un autobomba, además de un agente medioambiental, una cuadrilla helitransportada y otra de tierra. En total, más de una treintena de bomberos trabajando durante horas para extinguir un incendio que amenazaba con persistir durante buena parte de la noche pero que, antes incluso de que se fuera el día, ya había destrozado por completo la fábrica.