Bajo el título ‘Remondo, un pueblo que vive entre pinares’, Carlos el pelijas, Fernando Herranz y Alejandro Martín han puesto letra, voz y montaje a un homenaje dedicado a esta localidad segoviana.
«Son lágrimas de miera las que yacen en tus pinos, son caricias de resina las que respiran tus sentidos.
Y entre lágrimas y caricias, más buscando tu destino, son tus calles tus secretos y tus plazas viejos sueños. Tus pinares tus tesoros y tus campos tu sustento.
Tienes cara de viejo pueblo y alma de caballero. Tienes manos encalladas y sudores de tierra en tu pelo.
Mírame a la cara Remondo, y dime si me recuerdas. Si recuerdas mis veranos aunque aquellos ya no vuelvan.
Cuantos amigos me diste y sonrisas me sacaste, y cuantas lágrimas lloré por tener que abandonarte.
Cumpliste mis sueños de niño, de aquel niño rubio y travieso. De un niño que si hizo algún daño, te jura que jamás quiso hacerlo. Y es que sólo era un niño, un niño rubio y travieso.
Laberinto de pinares donde el alma respira hondo, allí es donde muere Segovia, allí es donde vive Remondo. Si al llegar a Remondo no besas este suelo una de dos, o no eres remondino o no amas a este pueblo».