El II Congreso de Neuropsicología en la Escuela ha puesto de manifiesto la necesidad de que el cuerpo docente adquiera mayor formación en Neuropsicologia y en Neurociencia para que, a través del conocimiento del cerebro, puedan dar respuesta al 20% de los menores que se encuentran inmersos en el sistema educativo convencional y padecen algún tipo de dificultad relacionada con esta materia que dificulta su aprendizaje y, a su vez, su inclusión en la vida social.  Así lo han manifestado los ponentes de esta cita, organizada por la empresa Sinapsis, que ha congregado a un centenar de docentes procedentes de todo el país en la ciudad del Acueducto.

En Segovia, los profesionales han analizado pautas y protocolos para poder activar en las aulas cuando se encuentran con uno de estos casos, dificultades añadidas al docente. En este sentido, el doctor Tomás Ortiz presentó un proyecto de intervención que se está desarrollando por distintos  centros escolares de la Comunidad de Madrid y que afecta a más de 4000  menores para potenciar la capacidad de aprendizaje. En palabras del Doctor Tomás Ortíz, si  los profesores dedicaran al inicio de cada clase entre 3 y 5 minutos a preparar el  cerebro de los niños para el aprendizaje, se potenciarían de forma significativa  su capacidad de aprendizaje y su rendimiento. A través de ejercicios sencillos que implican hidratación, respiración, equilibrio o estimulación sensorial se ven  reforzados los procesos atencionales y de funciones ejecutivas.

Los expertos coincidieron en la importancia de que la estimulación se produzca tanto en los centros educativos como en los hogares “es importante ir en la misma dirección”, aseguró la directora del Congreso, Teresa Solís, quien destacó que el diagnóstico abrirá las puertas a los menores, dándoles la oportunidad de contar con el tratamiento más idóneo para conseguir, a su vez, la mayor autonomía. Para ello, insistieron los ponentes, es importante que los docentes puedan conocer síntomas de algunos síndromes que empiezan a mostrar sus primeros señales entre los cinco y los seis años.

 En este sentido, los expertos abordaron las dificultades para encontrar “puntos de encuentro” que permitan buscar soluciones entre los equipos de orientación de los colegios, los profesores, los profesionales y las propias familias. “Es importante establecer protocolos para que dejemos de buscarnos y seamos capaces de encontrarnos pronto, en aras de conseguir avances con los menores”

 La cita, que ha clausurado su segunda edición, reúne en Segovia a los expertos más destacados de la materia del país.