A pesar de abandonarse hace más de cinco siglos, el cementerio judío de El Pinarillo, al oeste de la ciudad, recuperará su actividad… pero para fines turísticos. Así lo ha programado el Ayuntamiento de Segovia, que trabaja en un proyecto para potenciar y ampliar las rutas por las que pueden contemplarse algunos de los mejores rincones de la urbe.
El cementerio judío de Segovia se enclava en la ladera izquierda del valle que forma el río Clamores y abarcaba el espacio comprendido entre la Puerta de San Andrés y la Casa del Sol. Aunque no es posible establecer una datación cronológica con un mínimo de precisión dada la ausencia de losas sepulcrales, lo cierto es que su expulsión en el siglo XV permite adivinar que fue entonces cuando se abandonó el uso.
Pero Segovia cuenta con el privilegio de ser una de las pocas las ciudades españolas que cuentan con un legado sefardí tan completo. Tiene un barrio hebreo perfectamente delimitado y una necrópolis bien conservada, a pesar de haberse utilizado como zona de pastoreo y de recreo por los jóvenes.
Segovia acoge al menos desde 1215 una importante presencia judía, aunque es posible que se remonte a finales del siglo XI. El asentamiento se encontraba en torno a la actual plaza de la Merced y las parroquias de San Miguel y de San Andrés, todos dentro de la ciudad amurallada. El año 1412 (Pragmática de Catalina de Lancaster) marcó un hito en la aljama de la ciudad ya que en virtud de las Leyes de Ayllón se obligó a un agrupamiento en un espacio que comprendía desde la Almuzara hasta el tramo de muralla situado entre el antiguo matadero y la puerta de San Andrés. Finalmente en 1480 se decreta por parte de los Reyes Católicos un confinamiento, que se cumplió, en torno a un recinto cerrado por siete puertas y cuyo eje principal fue la actual calle de Judería Vieja hasta la Puerta de San Andrés.
De la presencia de una de las tres principales culturas que han convivido en Segovia se conservan aún varias sinagogas, de la que la más importante es hoy sede de una comunidad religiosa; el antiguo matadero para el sacrificio de animales y que hoy es sede del Museo Provincial; la Puerta de San Andrés, convertida hoy en sala de exposiciones e interpretación del barrio judío; la Casa de Abraham Senneor, donde habitó un importante personaje judío y que se usa hoy para actividades culturales. Además existe todo el barrio judío, medieval, formado por calles con nombres claramente históricas como Judería Vieja, Judería Nueva, Calle de Santa Ana, o Corralillo de los huesos.
Pasos previos
Ahora, el Ayuntamiento quiere emplear el viejo cementerio judío, en desuso, como un recurso turístico de primer orden, integrándolo dentro de la promoción del barrio de la Judería, donde se encuentran otros valores como sus sinagogas o todo un entramado urbano que hacen de la ciudad del Acueducto uno de los socios de referencia en la Asociación Caminos de Sefarad o la Red de Juderías de España.
El proyecto municipal persigue proteger los hipogeos y las tumbas antropomorfas de la necrópolis, contando con miradores a los pies del Pinarillo donde las vistas de la muralla y del caserío de todo el recinto amurallado ofrecen una imagen única. Además forma parte de una zona de bosque mediterráneo que constituye un completo pulmón verde para la ciudad, muy utilizado para el paseo y el disfrute de la naturaleza.
El proyecto cuenta ya con la aprobación de la junta de Gobierno local y de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta. En total se invertirán 126.250 euros, que serán financiados al 50 por ciento con fondos europeos. Con estas partidas se harán varias intervenciones, que se sumarán a las exploraciones hechas en talleres y excavaciones arqueológicas desarrolladas a lo largo de los pasados veranos.
Una vez acabada la obra, la señalización y acondicionamiento de espacios permitirá habilitar una ruta turística para rememorar el recorrido de un cortejo fúnebre de un finado judío en el siglo XV, con un itinerario que contemplaría el paso por la Puerta de San Andrés o Arco del Socorro, y el Puente de la Estrella, en el valle de la Hontanilla, para concluir en el propio cementerio en el Pinarillo. El recorrido se inicia en la Plaza de Juan Parix, un espacio que será señalizado para recordar la figura del primer impresor de una obra en lengua castellana, el Sinodal de Aguilafuente (1472). La siguiente intervención permitirá igualmente identificar con la correspondiente señalización el llamado ‘Puente de la Estrella’, en la Hontanilla; donde también se repararán las estructuras de albañilería que albergan los focos que alumbran el espacio; además de aumentar la iluminación en todo el paraje.
La ruta continuará por las actuales escaleras que desde la Hontanilla conducen hasta el túnel que cruza por debajo de la Cuesta de los Hoyos para llegar al Pinarillo. El propósito es limpiar el pasadizo, pintar sus paredes de blanco, e iluminarlo. Junto a la boca del túnel, el proyecto plantea construir un pequeño tramo de escaleras para facilitar el acceso peatonal desde la carretera al antiguo cementerio.
Más recursos
Para la concejala de Turismo y Patrimonio Histórico, Claudia de Santos, este nuevo recurso ofrecerá a los segovianos y a los turistas una forma distinta de contemplar la ciudad.
De las obras a ejecutar, la concejala destaca el acondicionamiento para uso turístico de la zona de estancias o mirador situado a los pies del Pinarillo, aunque al otro lado de la carretera, el más cercano a la necrópolis. Para potenciar desde este punto las vistas de la muralla medieval y edificios del recinto amurallado, el proyecto prevé el ensanchamiento del mirador, con la limpieza de la zona, y una reestructuración del arbolado. Además en la misma roca caliza se tallarán zonas, a modo de bancos, para el descanso del paseante. “Tallar los bancos en la misma roca es una solución afín al cementerio, donde las tumbas también están excavadas en la roca”, según De Santos, quién precisa que los fragmentos de piedra caliza que resulten de esta intervención serán aprovechados para señalizar el perímetro de la zona de enterramientos judíos en el Pinarillo.
El proyecto prevé delimitar con hitos el ámbito de la necrópolis; con las rocas que se extraigan de las obras de acondicionamiento del mirador. La señalización se realizará con grupos de tres piedras, tumbadas en el suelo en posición horizontal. Cada piedra caliza llevará estrictamente una estrella de David en acero encastrada. Precisamente una de las señas de identidad de las tumbas es su orientación del cadáver con la cabeza hacia el Oeste y los pies hacia el Este.
Al margen de que la entrada al cementerio judío será también señalizada, el proyecto contempla una intervención de los hipogeos, las galerías subterráneas excavada en la roca, y las tumbas antropomórficas que se encuentran a cielo abierto. En este sentido, se plantea la estabilización de los taludes con una malla y la protección de las tumbas con un sistema “absolutamente reversible”. Antes de su colocación se llevará a cabo una limpieza de los espacios funerarios y de todo el entorno; y la reparación de piedras deterioradas con mortero de cal. También se colocará una pequeña barandilla en la zona alta para dar seguridad a los visitantes.
Además se pretende rehabilitar la antigua Casa de Guardas como espacio expositivo, un edificio enclavado dentro del pinar y que se encuentra cerrado y afeado tras su abandono.
Plazos
Las previsiones del Consistorio apuntan a que una vez que se licite el proyecto, algo que ocurrirá en los próximos días, el acondicionamiento de la necrópolis judía y su entorno, estén acabadas en septiembre, mes en el que Segovia volverá a celebrar actividades de la Jornada Europea de la Cultura Judía.
Además la ciudad asumirá el próximo mes de junio la presidencia de la Red de Juderías de España, la asociación que tiene como objetivo la defensa del patrimonio urbanístico, arquitectónico, histórico, artístico y cultural del legado sefardí en España. La presidencia de Segovia se prolongará durante seis meses. Por ello se quiere que el proyecto para poner en valor el cementerio judío sirva de ejemplo del compromiso de la ciudad para poner en valor el rico legado judío que atesora; reflejado ya en otros proyectos como la finalización de las obras de rehabilitación de edificios del barrio de la Judería.
Con todo ello se pretende que la antigua necrópolis recobre vida, algo en lo que siempre han pensado los mortales, de cualquier cultura.