Es segoviano pero su arte recorre el mundo. Luis Moro, recientemente nombrado Premio Castilla y León de las Artes, participa este viernes en Feria Arco, en Lisboa con Ediciones Fontanar. Ha estado a caballo entre Houston, San Antonio, Dallas, Ciudad de México y la ciudad del Acueducto. En su corazón, siempre Segovia. Es aquí donde ahora se avecina un “momento de reflexión y descanso”, en su tierra. Un tiempo, un espacio, que le permita echar la mirada hacia atrás, que le permita analizar y saborear los últimos 14 años, en los que su residencia ha estado en Ciudad de México, pero donde el ritmo viajero de su obra le ha llevado a recorrer medio mundo. “Ha sido mi trabajo de mis últimos años el que ha construido este puente. Ahora también necesito mirar desde aquí”, explicó Moro a Ical.
Ahora, el Museo Esteban Vicente prepara la despedida de su última muestra en la ciudad. Este domingo Segovia se despide ‘SOS (Save our soulds), una exposición convertida en una llamada a salvar a las especies y ecosistemas que están desapareciendo del planeta. «Corremos hacia una curva y no hay nadie que nos mande parar. Estamos en un momento muy acelerado, donde a nuestro planeta, que nos está dando todo, lo estamos devastando. Tenemos que hacer como los pueblos originarios: cuidar nuestro entorno, que nos está dando la materia prima. Estamos en un momento en que en 20 o 30 años podría desaparece el 80 por ciento de las especies. El planeta, que ha sido generoso con nosotros, no se merece esto. Es nuestra madre tierra. Y en la exposición de ‘La esfera invisible’ también hablo de esto. Nuestra civilización está tocando techo y no podemos romperlo, sino devolverlo de manera inteligente. Creo que las nuevas tecnologías nos permitirán un mundo más justo y equilibrado, pero corremos como los ciegos corredores hacia una curva en que nos vamos a salir. Este mensaje lo queremos lanzar hacia las nuevas generaciones y concienciar y sensibilizar hacia esa responsabilidad, sobre qué mundo queremos dejarles como herencia. Es el sentido de mi trabajo a través del arte y la comunicación», explica el artista
La muestra reúne cuadros e instalaciones -utilizando en algunos casos las nuevas tecnologías- realizadas entre 1991 y 2023 y ha perseguido «contraponer ideas y plantear conflictos en torno a la inseparable naturaleza que habita sus obras».
Luis Moro, relevante artista segoviano
El artista segoviano Luis Moro reside desde hace años en Ciudad de México, donde su obra ha adquirido una dimensión internacional que lo ha llevado en los últimos años a exponer, tanto en América del norte y del sur, como en capitales europeas como Roma, Praga, Berlín, Bruselas, Oporto o Milán. Al mismo tiempo, le ha permitido relacionarse con importantes exponentes de la cultura literaria y musical, como Antonio Gamoneda, Ida Vitale, Elena Poniatowska o Manuel Francisco Reina, Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma.
Todas estas experiencias e influencias quedan, de un modo u otro, reflejadas en la exposición cuyo comisario, el profesor Miguel Cerceda, coincidía con la directora-conservadora del Museo Esteban Vicente, Ana Doldán, en señalar que la exposición parte de la guerra y su carácter destructivo, mediante las figuras alegóricas del Caballo de Troya, las piezas de ajedrez y los cuerpos mutilados de la serie ‘Anatomía fragmentada’, para avanzar y ascender “hasta alcanzar la contemplación del mundo ideal que es, como quiere Platón, el más real”.
Para ello, la muestra pasa por la ‘Cartografía animal’ en la que los mapas adquieren forma de animales, por los ‘Paraísos elementales’ con cuerpo de insecto, por la ‘Alegoría de la caverna’ repleta de luces y sombras o por una sala presidida por un lienzo de ocho metros titulado ‘INRI’, que, como indicaba Miguel Ángel de Vicente, contribuyen al grito de auxilio lanzado por Luis Moro para “llegar a oídos de miles de segovianos y también de foráneos y ser escuchado con atención y empatía, ejerciendo, al mismo tiempo, de modo de salvación para la conciencia de todos aquellos que visiten la exposición durante estos meses”.
La exposición se despide este 28 de mayo en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia.