Con el curso llegando a su final, el Colegio Claret celebraba el acto de graduación de los ochenta y cinco alumnos de la promoción del 2023, la promoción que ha hecho suyo el lema: “Ya no remamos, ahora, volamos”.

Precisamente, el vuelo, sería la metáfora con la que Juanjo Raya, director del centro, despedía a estos alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato, haciendo referencia a un texto que decora las instalaciones de la NASA: “Está demostrado, aerodinámicamente, que, el abejorro, por su peso, por su tamaño y por sus alas, no puede volar, pero él no lo sabe y, el abejorro, vuela”. Por eso, siguiendo esta enseñanza, se les invitó, a los que iban a ser futuros graduados, a que fueran conscientes  de sus posibilidades para llegar más lejos que lo que pudieran marcar sus propias limitaciones y para ello recurriría a los casos de personajes de la talla de, Leonardo da Vinci, Beethoven,  Edison, Einstein o Stephen Hawking, entre otros, y ante los que quedó demostrado, que las limitaciones no tienen por qué ser definitivas.

Finalizada la celebración eucarística, intervendrían el representante, de la entidad titular, en la persona del que fuera alumno del centro, José Manuel Sueiro, o de los profesores, en esta oportunidad, representados en Gonzalo Martínez, que puso para la reflexión la dicotomía, en la que los alumnos, muchas veces, se han visto reflejados, azar o merecimiento, reconociendo que, no todo, siempre, está bajo control, ni depende de uno mismo: “La magia reside en vivir como ganador siendo, segundo, tercero o cien. Recordad que tenéis la elección derivada de la libertad y que podréis acertar o equivocaros, pero hacedlo siempre con sentido, también, el común”.

Luis Antón y su esposa, Mª Jesús, como padres de dos de los graduados en este acto, pusieron las líneas escritas, en ocasiones, y en otras, dictadas desde el corazón, de quienes los han visto crecer, durante diecisiete años, en las aulas del Claret, agradeciendo al claustro de profesores que “siempre se han mostrado, más como educadores que como formadores y, eso, asegura hacer buenas personas por encima del nivel académico que hayan podido conseguir en tantos años de estudios.

La proyección de distintas imágenes que abarcaron desde su entrada en la Escuela de Infantil, pasando por las distintas etapas y desembocando en las de este último curso, que es el de su despedida, prologaron la entrega de becas e insignias con las que se cerraría el acto.