Cada Día de las Librerías es una invitación a celebrar a quienes, detrás del mostrador, siguen creyendo que la cultura empieza en una estantería, y que sin librerías no hay ciudad posible, por pequeña que sea.
En un mundo cada vez más digital, donde los algoritmos recomiendan lecturas y las pantallas parecen haber sustituido al papel, las librerías siguen siendo refugios imprescindibles. En ciudades pequeñas como Segovia, las librerías no solo venden libros: mantienen viva la conversación cultural, sostienen la identidad de los barrios y ofrecen un punto de encuentro para quienes buscan algo más que una transacción comercial.
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Este 11 de noviembre, Día de las Librerías, en Segoviaudaz hemos tenido la oportunidad de hablar con los libreros de tres librerías de la ciudad. Una historia hace única a cada una de ellas, pero todas mantienen vivo el espíritu cultural de la capital provincial.
Cada vez que decidimos abrir la puerta de un comercio en vez de abrir una app o web comercial. Cada vez que buscamos una conversación con quien está al otro lado del mostrador en vez de interactuar con el mundo a través de los clics. Y cada vez que compramos en establecimientos locales en vez de en un dispositivo móvil. Todo eso hace que formemos parte de un gran proyecto: el apoyo a nuestro comercio local.
Las librerías de Segovia también son parte indispensable de este proyecto, y se merecen no solo el apoyo que les corresponde, sino también un homenaje. Hemos hablado con tres, pero son muchas más. ¡Feliz Día de las Librerías a todas ellas!
Librería Torreón de Rueda: el refugio segoviano donde los libros encuentran a sus lectores
En pleno casco histórico de Segovia, detrás de la Casa de los Picos, se esconde un pequeño tesoro para los amantes del papel y la historia: la Librería Torreón de Rueda. Abrió sus puertas en 1991, en la calle Desamparados, con un fondo de unos 2.000 libros de temática variada. Desde entonces ha pasado por distintos rincones (Pedraza y la Casa-Museo Antonio Machado) hasta instalarse definitivamente en la calle Grabador Espinosa, 14, donde sigue respirando el mismo amor por los libros antiguos y raros que la vio nacer hace más de tres décadas.
«Podéis encontrar el ejemplar que lleváis buscando años en alguna de nuestras estanterías o perderos por los pasillos», explica su actual responsable, que heredó la pasión de su padre, César, fundador de la librería y antiguo cocinero que cambió los fogones por las letras. «Desde pequeño le acompañaba a buscar libros por viejos caserones y buhardillas». Con el tiempo, realizó un curso de tasación de bibliotecas en la Universidad de León y de restauración y encuadernación de libros antiguos en Madrid. Y ahí sigue, rodeado de historias.
Libros antiguos, anécdotas entrañables
La especialización en libros y grabados antiguos convierte al Torreón de Rueda en una librería única en la ciudad. Pero también se caracteriza por sus anécdotas entrañables: «Una mujer estaba curioseando por los estantes y de repente, viendo un libro de colegio antiguo, vio que tenía un nombre en la cubierta y que se trataba de su padre, ya muy mayor. Lo quiso comprar para regalárselo como recuerdo. Pasados unos meses volvió y me conto cómo se emocionó su padre al recibirlo y recordar su época de estudiante en el colegio».
El público que se acerca al Torreón es tan variado como los libros que alberga. Hay lectores nostálgicos que buscan un título de su infancia e investigadores en busca de material histórico. «Los lectores jóvenes que se inician en este mundo buscan sobre todo clásicos que han visto en alguna plataforma de televisión y desean leer el libro para conocer mejor la historia del mismo», explica el propietario.
Entre los segovianos, destaca el interés por la temática local, las leyendas y la historia de la provincia, aunque, curiosamente, los autores rusos clásicos son de los más demandados últimamente.
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Las librerías, un pilar en la vida cultural de Segovia
Ser librero hoy, reconocen, tiene sus luces y sus sombras: “Lo mejor es que cada día aprendes algo nuevo. Lo más difícil, convivir con un mundo donde prima la inmediatez y lo efímero”. Aun así, su visión del futuro es optimista: “Hubo un tiempo en que se decía que el libro físico desaparecería. Pero ahora cada mes viene gente muy joven buscando desconectar de tanta pantalla. Les gusta el olor del libro y la paz que transmite”.
Para ellos, las librerías son un pilar de la vida cultural segoviana. “La ciudad se nutre de música, teatro, cine y literatura, y las librerías son el complemento perfecto: el lugar donde encontrar información, inspiración y diálogo”. También destaca la solidaridad entre libreros: “El mundo de las librerías es una comunidad en sí. Siempre que viajo, visito las librerías de cada ciudad, aquí y fuera de España”. Qué mejor momento para rememorar este sentimiento que en el Día de las Librerías.
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Y cuando se le pregunta por un libro que recomendarían para redescubrir el placer de leer, responde con una sonrisa: «Recomendar un libro es como recomendar un cuadro, cada uno tiene su gusto y su estilo, por lo que es muy difícil dar con el titulo exacto. Yo recomiendo perderse por los estantes de cualquier librería y que sea el libro el que te encuentra a ti».
Por eso, si tuviera que pedir un deseo por el Día de las Librerías, lo tiene claro: “Que lo celebremos con un libro y buenos amigos para comentarlo.”
Librería Ícaro: más de cuatro décadas volando entre libros en el corazón de Segovia
En el número 36 de la calle Marqués del Arco, muy cerca del bullicio turístico y del latido cotidiano del casco antiguo, la Librería Ícaro sigue siendo, desde hace más de cuatro décadas, un punto de encuentro para los lectores segovianos. Nació en 1981, en La Granja de San Ildefonso, y en 2016 abrió su segunda sede en Segovia capital. Desde entonces, se ha consolidado como una referencia cultural, regentada hoy por la segunda generación de libreras y libreros que crecieron entre estanterías, historias y lectores.
Ícaro ha volado gracias al esfuerzo de un equipo que no ha dejado de crecer. Tal y como explican sus responsables, «en ámbitos tan pequeños como Segovia y la provincia, no siempre es fácil diferenciarse por una especialización ya que hay poca población, lo que supone que no hay suficientes lectores que demanden un género concreto». Por ello, consideran que «nos diferenciamos por tener un altísimo volumen de títulos que permiten el acceso a un gran abanico de géneros». A ello se suma el trato personalizado que ofrecen a cada cliente.
Definir al público de Ícaro no es tarea fácil. «Los lectores son como los copos de nieve: no hay dos iguales», aseguran. Lo que sí tienen claro es que Segovia goza de un índice de lectura muy alto, y que su ciudadanía sigue apostando por los libros, tanto en las librerías como en las bibliotecas públicas.
Entre los géneros más demandados, destacan el libro infantil y juvenil, la novela negra y el ensayo, aunque su clientela es tan variada como las historias que habitan sus estanterías. A lo largo de estos años, acumulan anécdotas entrañables: «Niños que obligaban a sus padres a conducir horas para venir a nuestra librería, o familiares de autores extranjeros que se emocionaban al ver sus libros expuestos aquí».
El oficio del librero: mucho más que vender libros
Para quienes trabajan en Ícaro, ser librero es mucho más que vender libros. «Lo mejor es poder hablar con los lectores, intercambiar opiniones, y los grandísimos amigos que hemos hecho en el camino», confiesan. Pero no todo es sencillo: «Lo más difícil, aunque parezca mentira, es el nivel de exigencia y de individualismo de algunas de las personas que entran, las cuales no suelen ser lectoras. Hay una falta de comprensión hacia el otro muy grande, muchas veces esa gente no entiende lo que es trabajar cara al público».
La librería, hoy en manos de la segunda generación, nació de un amor heredado por los libros: «Crecimos dentro de la librería, influenciados por décadas de pasión por la lectura y el trato con los lectores. Es parte de nuestra vida».
En su opinión, las librerías cumplen un papel esencial en la vida cultural y social de Segovia. «Mantienen viva la vida de los barrios, son un símbolo de la ciudad y de la provincia», alegan.
Un deseo por el comercio local en el Día de las Librerías
Aunque el libro en papel «goza de buena salud», reconocen que el futuro del comercio independiente es incierto. Así, con motivo del Día de las Librerías lanzan una reflexión: «Las librerías resisten, pero los hábitos de consumo están cambiando muy rápido. La desaparición del comercio de proximidad sería peligrosa, especialmente en lugares con poca población como el nuestro».
Si pudieran pedir un deseo por el Día de las Librerías, lo tienen claro: «Que las personas se den cuenta de la gran importancia que tienen los comercios de barrio y vuelvan a ellos como hacíamos no hace tanto, y que expliquen a las nuevas generaciones lo bonito y maravilloso que es acudir a esos lugares y descubrir tu ciudad o tu pueblo a través de las personas que lo habitan.
En tiempos de pantallas y prisas, la Librería Ícaro sigue apostando por el trato cercano, la conversación y el amor por los libros. En Segovia, esa resistencia es, sin duda, una forma de volar.
Librería Diagonal: 40 años haciendo buenos lectores en Segovia
En el número 1 del Paseo Conde de Sepúlveda se encuentra una de esas librerías que forman parte de la memoria viva de Segovia. Desde que abrió sus puertas en junio de 1985, la Librería Diagonal, dirigida por Fuencisla Valverde Abad, se ha consolidado como uno de los grandes referentes culturales y comerciales de la ciudad, con una trayectoria que supera ya las cuatro décadas de compromiso con la lectura y con sus lectores.
Diagonal nació como una librería y papelería de barrio, al servicio de los vecinos del entonces recién estrenado Paseo Nuevo. Pero a comienzos de los años noventa decidió dar un giro fundamental: centrarse por completo en los libros. Esa apuesta por la especialización y la profesionalización la llevó a convertirse en un referente no solo en Segovia, sino también a nivel nacional, gracias a su dedicación a la literatura infantil y juvenil y a su intensa labor de promoción de la lectura.
Su historia está ligada a la Asociación de Libreros de Segovia y a la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), a través de la cual Fuencisla Valverde se formó como librera y participó en proyectos pioneros como el de “Librerías Culturales” o el Grupo Kirico, red nacional de librerías especializadas en literatura infantil. De esa vocación formativa y colaborativa nacieron muchas de las actividades que hoy definen el alma de Diagonal.
Desde los años noventa, la librería ha impulsado un amplio programa de dinamización cultural, con propuestas que van desde los cuentacuentos mensuales hasta las tertulias literarias, pasando por exposiciones de ilustración, encuentros con autores, talleres y ferias del libro tanto en Segovia como en la provincia.
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Entre sus iniciativas más queridas destacan las “Maletas Voladoras”, que llevaban novedades editoriales a centros educativos y culturales del entorno rural, o la tertulia “El Bosque de las Palabras”, donde lectoras y profesionales compartían recomendaciones y descubrimientos literarios.
También ha participado activamente en eventos como el Hay Festival de Segovia, el Festival de Poesía Panduro en Brieva o las Jornadas de Literatura Infantil Pizpirigaña, consolidando su papel como agente cultural imprescindible en la provincia.
Esa implicación fue reconocida en el año 2000, cuando la Librería Diagonal recibió el II Premio Librero Cultural, otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura y la CEGAL, por su labor en la difusión y promoción de la lectura en el ámbito rural. El galardón fue entregado en la propia librería por el escritor Luis Alberto de Cuenca, escritor y poeta que entonces Director General del Libro.
Lejos de quedarse anclada en el pasado, Diagonal ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Forma parte de Librerías L, una sociedad que agrupa a algunas de las mejores librerías independientes de España para desarrollar campañas conjuntas, catálogos y revistas literarias. Desde 2021, Antonio del Castillo de Dios, marido de Fuencisla Valverde, ejerce la presidencia del consejo de administración de esta red nacional.
Además, Diagonal apuesta por la venta en línea a través de todostuslibros.com, la plataforma colectiva de las librerías independientes españolas, y por sistemas de gestión avanzada como VERIAL y VERIFACTU, que modernizan la organización sin perder el espíritu artesanal del oficio.
“Los buenos libros hacen buenos lectores”
Hoy, la librería sigue funcionando con la misma energía de siempre, de la mano de Fuencisla Valverde, Javier Segura y Ana del Castillo Valverde, hija de la fundadora y garante de la continuidad generacional. “Son ya varias generaciones de segovianos que comenzaron sus lecturas con nuestras recomendaciones”, señalan. “Es muy gratificante cuando vuelven de adultos con sus hijos y nos cuentan que ellos también participaron en nuestros cuentacuentos.”
Con su lema «Los buenos libros hacen buenos lectores», Librería Diagonal ha logrado algo más que vender libros: ha formado lectores, ha creado comunidad y ha mantenido viva la conversación cultural de Segovia durante 40 años.
Gracias por tanto, librerías de Segovia
Tres librerías, miles de historias. No solo las de sus estanterías, sino las que se han ido tejiendo con el paso de los años entre las paredes que forman sus establecimientos.
El homenaje a estos rinconcitos de lecturas no debería acabar aquí. El Día de las Librerías debería permanecer en cada una de las jornadas del año. Porque, un día sabe mejor con un buen libro entre las manos. Y quién mejor para dotarnos de ese placer que las librerías de nuestra ciudad.
Gracias a Torreón de Rueda, Ícaro y Diagonal por haber querido participar en este proyecto. Gracias al resto de librerías de Segovia por formar parte de nuestra ciudad.













