El empresario segoviano Tomás Quintanilla, propietario de FOSIMPE, cuyas instalaciones se vieron ayer afectadas por un incendio, ha agradecido el apoyo que ha recibido desde el siniestro: «Ayer fue un día duro. A pesar de la aparatosidad del incendio, y gracias al trabajo de mucha gente, hemos logrado salvar las partes más importantes de la instalación».
«Hará falta mucho esfuerzo pero saldremos para adelante», aseguró el empresario y, avanzó, «seguiremos trabajando».
Aparatoso incendio
Cinco dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Segovia, además de cuatro autobombas de Junta de los servicios de extinción de los incendios forestales, participaron en las labores para apagar las llamas de la empresa Fosimpe de gestión de residuos, en el polígono industrial ‘Nicomedes García Gómez’ de Valverde del Majano (Segovia).
La nave almacena, básicamente, cartón y plástico, por lo que son materiales muy inflamables que dificultan la extinción del incendio que se declaró a las 11 horas. Las altas temperaturas que se alcanzaron en el interior de la empresa provocó que dos de los 18 bomberos que trabajan en el lugar tuvieran que ser atendidos por personal sanitario tras sufrir un golpe de calor, aunque ya se han reincorporado a sus puestos. En un primer momento, se desplazaron hasta el polígono cuatro dotaciones y, luego, se sumó otra tras finalizar una desinfección del Covid-19.
El incendio provocó una densa y alta columna de humo, visible desde Segovia capital -pese a estar a 12 kilómetros- y numerosas localidades de la provincia. En un primer momento, la ausencia de viento favoreció que el humo negro ascendiera aunque, a partir de las 14 horas, hubo un cambio de dirección por lo que el Ayuntamiento de la capital, a través de su perfil de Twitter, recomendó a los vecinos de la ciudad y Zamarramala que mantuvieran las ventanas cerradas. Se trataba de una medida de precaución puesto que las autoridades municipales aseguraron que la nube no era tóxica.