Titirimundi anunció hoy que celebración de la 35 edición del Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia, del 30 de agosto y al 5 de septiembre, “ve peligrar su existencia”, tras la publicación de las subvenciones de la Junta de Castilla y León, uno de sus principales patrocinadores junto con el Ayuntamiento de Segovia. “Con una reducción de 85.000 euros respecto a años anteriores de uno de nuestros principales apoyos, vemos muy complicado poder llevar a cabo una nueva edición con el carácter del festival”, expresó su directora Marián Palma, recoge Ical.
Desde Titirimundi explicaron que, como todos los años, había estimado formar parte del proyecto “con la misma ambición de siempre”, con el apoyo de la pasada edición y “la importancia para la Comunidad de la existencia de un festival con el calado y envergadura de Titirimundi, en cuya rueda de prensa de presentación del festival así lo hizo evidente. “Considerando el contexto actual, si no hay una auténtica implicación nos resultará muy difícil continuar”, aclaró
La Junta de Castilla y León anunció la concesión a Titirimundi 14.752,17 euros, respecto a los 100.000 de ediciones pasadas, 65.000 euros de 2012 a 2014 o incluso 200.000 euros, en 2007, auspiciándose, según recogió en su comunicado de la dirección del Festival, “en la idea de crear una nueva estrategia de colaboración con más de 70 festivales de la comunidad con criterios de objetividad en la valoración”.
“Es positivo que se creen nuevos festivales y que se apoye a mayor número de eventos, pero tendrá que ampliar el presupuesto en vez de reducir de esta manera drástica una aportación necesaria para que se sigan celebrando festivales de gran magnitud ”, añadió Marian Palma.
El Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia cuenta con un presupuesto total de 220.000 euros anuales aproximadamente, tal y como se comunica cada año, para traer a más de una treintena de compañías, realizar más de 250 funciones e impactar a nivel cultural y económico . De ese presupuesto, el Ayuntamiento de Segovia aporta 100.000 además de su apoyo en el uso de las infraestructuras y espacios de la ciudad.
Además recordaron que, según el estudio realizado por la UNED, tiene un retorno en la repercusión económica de la ciudad mayor de seis veces que lo aportado por el total de las subvenciones recibidas .”Un festival que no solo es motor de las industrias culturales y creativas, sino cuyo impacto económico en el territorio se constituye como un espacio estratégico de cohesión cultural, reflexión social y una clara inversión”, según se publicó de este estudio.
Desde su nacimiento en 1985, Titirimundi ha sido un proyecto avalado por el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León “para impulsar el teatro de títeres en España desde la idea de su creador, Julio Michel,que como un visionario vio que era el territorio adecuado para crear un festival único en el mundo, como así ha sido, y enseñar y contribuir a cultivar la mirada hacia este especial mundo del teatro desde la infancia, valorar y ver el mundo de una forma más enriquecedora ”, señaló Marian Palma.
La directora del festival subrayó que “gracias a su característica línea de calidad y un espíritu único valorado por los espectadores y compañías”, Titirimundi es uno de los festivales con mayor éxito a todos los niveles que ha convertido a Segovia en la meca del arte del teatro de títeres y ha potenciado el mundo de la marioneta en Castilla y León a través de sus redes y puntos de unión.
“Como embajadores del títere y avalada por la Unión Internacional de la Marioneta (UNIMA), nos parece una afrenta al gremio, puesto que el mundo del teatro y en concreto el arte del teatro de títeres es uno de los más afectados con la crisis en la que todos estamos inmersos ”, afirmó la dirección del Festival, que ve con desamparo y con preocupación la continuidad del festival sin el apoyo institucional y sin una inversión que sea “propiciada por todos los que se verán afectados si Titirimundi deja de existir”.
Palma argumentó que el que quiera ver la repercusión mediática, económica y vital, “con un presupuesto habitualmente ya ajustado para la envergadura de un festival, “solo tiene que abrir los ojos”, porque “quien haya disfrutado una sola vez de Titirimundi en su vida no lo olvidará”.
Desde Titirimundi recordaron como “con Julio Michel y su entregado equipo, formado por dos personas durante el año y 12 durante su desarrollo”, siempre han querido celebrar un festival como “se celebra la vida, volviendo a su esencia, una fiesta de los sentidos, la irrupción de lo maravilloso en la vida cotidiana”, como decía el propio Julio Michel.