La ciudad de Segovia vivió ayer las últimas horas de la 33 edición de Titirimundi con una nueva jornada en la que todo salió a la perfección, con un tiempo de temperaturas suaves y ausencia de lluvias, permitiendo la celebración de una veintena de funciones en plazas, patios y recintos cerrados. Desde la organización recordaron que, durante todo el fin de semana, con un importante incremento del número de propuestas, no tuvieron que hacer ninguna variación ni cancelación.

Las icónicas escaleras de la plaza de San Martín registraron un lleno absoluto, aforo más que completo para ver el espectáculo ‘Caffe sola’ de Mano Libre y las marionetas de ‘Colgando de un hilo’ de Di Filippo. Por este espacio al aire libre, pasaron desde el martes, los títeres de El Retablillo, Hand to Mouth.

Los incondicionales de Titirimundi tampoco se perdieron los montajes de la Plaza Mayor, como la compañía española ‘Latrium Teatro’, con ‘Micro-Shakespeare’, obra del escritor ingles en ocho minutos. También fue el escenario de los españoles ‘Circ Panic’ o los franceses de ‘Systema Paprika’.

Desde el pasado martes, por la ciudad del Acueducto pasaron 35 compañías de 16 países diferentes, con montajes de vanguardia, con nuevos lenguajes y con los incondicionales que mantienen las técnicas más tradicionales del teatro de títeres. Una cita a la que asistieron miles de personas fieles a Titirimundi, que pasean por la ciudad, buscando las propuestas callejeras y también adquieren con antelación sus entradas para los espectáculos de pago en teatros y patios.

El Festival Internacional de Títeres, en su XXXIII edición, contó con 25 espacios diferentes, la mayoría en el centro histórico pero también un poco más alejados como la Casa de la Moneda, donde tuvo su epicentro el artista Xabier Bobés, con ‘Cosas que se olvidan fácilmente’.

Las previsiones de lluvia y mal tiempo no se cumplieron y la magia de los títeres y marionetas volvió a inundar Segovia, donde se volvieron a ver cientos de personas en todos los espectáculos y largas colas para poder disfrutar de otro de los emblemas del festival, el carrusel D’Andrea, situado a los pies del Acueducto.