Para ellos, si Segovia fuera música tendría sonidos de algún remoto instrumento construido con barro, piedra o madera. Un ritmo que de alguna manera lacónica comprendiera un adagio lento que pareciera no terminar nunca. Así ven los productores y músicos segovianos Alberto Ayuso Domingo y David Gómez Sanz, la capital que les ha visto crecer como profesionales de este arte y desde dónde han conseguido con su esfuerzo que su trabajo cruce el charco para poner la banda sonora a un documental estadounidense.
Se trata de ‘Symphony of Oneness’ el repertorio musical para un documental que han grabado desde su estudio musical a 15 kilómetros de Segovia de la mano de la productora musical independiente que regentan: Four Hands Project. La banda sonora, acompañará al documental homónimo que se estrenará en 2014 como una revisión sobre la teoría budista e hinduista del Mandala que se estrenó en la década de los 70 en California. Cuarenta años después, y con nuevos medios informáticos, la teoría de diagramas sobre el macrocosmos y microcosmos, serán reinterpretadas junto a la música de dos segovianos.
Se trata de un trabajo de catorce piezas musicales de un intenso exotismo y en el que fluyen ritmos lentos y naturales que fue lanzado a principios de diciembre de 2012. ‘Symphony of Oneness’ viene a reafirmar aquello que Ayuso de 47 años, y Gómez de 37 años, resumen como una creación sobre “el balance y armonía en el que conviven las cosas”, espíritu fundamental de la teoría del Mandala. Este trabajo, que puede encontrarse en plataformas como iTunes, Amazón y Spotify, les llegó de la mano de su manager en EEUU, Richard C. Schletty quien les puso en contacto con Norman B.Miller, “uno de los padres de la New Age en California”, lo que esperan que les abra nuevos horizontes.
Aunque como señalan a la agencia Ical, este es su trabajo más “completo y complejo”, la productora musical segoviana trabaja para producir todo tipo de música para las necesidades en el mundo de la creación. “De las atmósferas más etéreas a las texturas más complejas. De paisajes sonoros infinitos a estremecedoras tormentas rítmicas”, relatan. Además de temas independientes para videos de clientes, Four Hands Project cuentan con otros dos cd instrumentales ‘Genesis One’ y ‘Disconnected’.
Cuatro manos hacen más que dos
Como su propio nombre indica, Four Hands Projects, son las propias cuatro manos de Alberto Ayuso y David Gómez, que comenzaron a trabajar en conjunto por un sueño en el año 2007. Lejos de etiquetas, y como un proyecto totalmente independiente que sale a flote sin ayudas externas, la empresa nacióo de la “pasión que sentimos por la música y por desarrollar un trabajo que nos gusta”.
Aunque son conscientes de la dificultad que plantea el hecho de vivir de la música no comercial debido a la falta de proyectos e inversión, estos dos segovianos confían en continuar una estela de trabajo que busca con su música “llevar a la gente al campo de las sensaciones, a sonorizar las imágenes, las vivencias o recuerdos que podamos tener todos nosotros”. Es bajo esta filosofía como dan forma a sus trabajos y encargos en su estudio en dónde tienen “un buen arsenal”.
Dos cabinas de grabación, una sala de control, equipos analógico y digital de última generación, así como innumerables teclados, guitarras, bajos y percusiones, son junto a sus cuatro manos, los responsables de un trabajo que han aprendido de una manera autodidacta. Con pocos años de formación teórica musical, “la auténtica formación ha venido del campo de trabajo y la experimentación”, señalan. En este sentido, inciden en le necesidad de continuar abriendo horizontes en sus conocimientos porque “como buenos músicos que se precien, pensamos que no se acaba nunca de aprender”.
Manos a la obra
Y es que esta aventura toma dos vertientes muy diferentes dependiendo de si el proyecto es propio o encargado por un cliente. En el primer caso, “gozamos de una libertad absoluta para realizar lo que nos pida la situación”, explican. A raíz de unas demos básicas creadas por David Gómez, el trabajo paso a Alberto Ayuso quien les va dando forma. Además, durante largas sesiones de improvisaciones en estudio, las ideas fluyen para continuar desarrollando el tema. Si por el contrario, el proyecto es de encargo, ambos productores relatan que el cliente suele sugerir una serie de esquemas básicos, en ocasiones acompañados de imágenes o videos, sobre los que posteriormente tendrán que trabajar.
En este proceso es inevitable el continuo visto bueno del cliente, por este motivo se los productores envían continuamente pruebas o demos que luego, irán completando con distintos arreglos. Una vez terminada vuelve a remitirse al cliente para contrastar opiniones y añadir sugerencias como paso previo a la aprobación definitiva. Con su beneplácito, los músicos pasan a la etapa de mezcla y masterización que llevan tanto tiempo o más que la propia composición.
“La mayor satisfacción es que tu cliente te diga que el tema que le has compuesto le ha emocionado”, aseguran, por este motivo alegan que lo peor que les puede pasar son las interminables horas de trabajo que en muchas ocasiones no convencen a la persona que los encarga.
Ambos coinciden en señalar que para ellos el concepto musical debe romper estándares y etiquetas y caminar hacia “una nueva forma de entender y sentir la música”, por este motivo se muestran convencidos de que es el momento para plantear una salida económica a su proyecto a pesar de que ven la crisis como un sonido del oscarizado Bernard Herrman o “algo entre Vértigo y Psicosis de Hitchcock”. No obstante su ritmo continúa optimista hacia delante, el futuro es “complejo pero no desesperanzador”.