La Junta de Castilla y León ha pedido al Gobierno de España que controle la movilidad con Madrid para evitar la diseminación del virus, según anunció hoy la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. En concreto, ha sido el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien ha trasladado por carta hace una semana esta solicitud al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con el objetivo de contener los casos. Se trata de medidas como que la venta de billetes incluya algoritmos para evitar que los vagones superen el 50 por ciento de su capacidad; evitar que la gente viaje enfrentada, y que se controle el uso de la mascarilla, distancia, haya gel en todos los vagones y se prohíba la ingesta de comida en trayectos cortos, según explicó el propio Igea.

«No se trata de madrileñofobia», mantuvo el también portavoz del Gobierno autonómico, quien precisó que lo que se persigue es controlar la movilidad y evitar aglomeraciones también en los puntos de llegada y salida para contener el virus. Precisó que es lo mismo que ocurre con otras autonomías como La Rioja, Aragón y País Vasco, con incendia superior a la de la Comunidad

«Seguimos expuestos al riesgo de convivir con comunidades con una incidencia elevada», remarcó, para explicar que los movimientos poblaciones ya se han dado y lo dan por descontando, y no cree que las medidas restrictivas que se aplican en 37 zonas básicas de salud en Madrid, a las que podrían sumarse otras 16 este viernes, vayan a implicar un desplazamiento de población del calibre del que hubo en marzo y abril.

De hecho, explicó que es una realidad que han aumentado los empadronamientos en pueblos, la matriculación en escuelas y que este verano ha habido más de 100.000 tarjetas desplazadas.