Está claro que las cosas se ponen difíciles, y mucho, para las familias con niños pequeños. Especialmente si esa familia es numerosa y entra en el bucle de contagios de COVID en casa del que parece difícil salir en tiempos de pandemia. Ya hace unos días les hablábamos del caso de Álvaro Fraile, madrileño residente en segovia y padre de familia numerosa, que es capaz de contar una situación disparatada con cierto toque de humor y altas dosis de realidad. La narración de su situación en redes sociales tiene hoy un nuevo capítulo en el que de nuevo apela al «Sr Protocolo».

Ahora que la familia de Fraile ha pasado unos cuantos días en cuarentena comienza a moverse el protocolo: Cuando uno sale de cuarenta, entra otro y la contabilización ese último contacto estrecho, como dice Álvaro Fraile, «se resetea» para el resto de la familia. Una locura de cuarentenas que hace prácticamente imposible la vuelta al trabajo en un tiempo racional. Eso sí, siempre que la clase de ninguno de los niños se haya confinado, en cuyo caso, no importa si el niño es positivo, negativo o acaba de superar el virus: no hay colegio, obviamente, para él. Pero claro, al no estar enfermo en niño y tampoco el padre la baja laboral ni está ni se la espera.

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Lo realmente impactante es que no hablamos de casos aislados, sino que es la realidad que viven estos días las familias de las 307 aulas confinadas en Castilla y León