El millar de vecinos con que cuenta la villa segoviana de Sepúlveda rememoró, con la Fiesta de los Fueros, su pasado más esplendoroso que confirió a esta localidad el título de cabecera de comarca y unos privilegios especiales para sus habitantes.
En medio de un ambiente medieval, con personas ataviadas de época y diversas representaciones teatrales y de baile, las calles de Sepúlveda se convirtieron en un escenario perfecto para recrear la época más emblemática y brillante.
A los vecinos y visitantes se ofrecieron actividades tradicionales y puestos de venta de productos de cerámica, alimentos y de joyería. El pregonero de la fiesta de los Fueros de este año fue Juan José Martín García, jefe del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, que estuvo acompañado por el alcalde Francisco Notario Martín, también presidente de la Comunidad de Villa y Tierra, y por el resto de la corporación. Los protagonistas fueron además los ochaveros que conforman la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, el ente jurídico autónomo que nació como un sistema de autogobierno que distribuía justicia y autoridad entre sus vecinos y ordenaba los aprovechamientos de las aguas, de las tierras y los pinares. Estas organizaciones nacieron a raíz de la repoblación efectuada por Alfonso VI, cuando surgieron los grandes concejos a lo largo de la línea del sur del Duero. Más tarde, el rey Alfonso VIII de Castilla apoyó y dio vigor a estos grandes concejos.
Además de las danzas, las representaciones de talleres en vivo, la música de dulzaina y el tamboril, se desarrollaron durante todo el fin de semana cuentacuentos, y un concierto musical. Además los numerosos restaurantes ofrecían estos días suculentos manjares propios de la época, aunque son típicos todo el año, como es el cordero asado.