El segundo encierro celebrado la localidad segoviana de Cuéllar finalizó con seis personas heridas -tres por asta de toro y tres por contusiones- y un toro desnucado. Todos los heridos fueron derivados a centros hospitalarios de Segovia y Valladolid para la realización de pruebas y evitar infecciones por las cornadas, aunque su estado no reviste gravedad.

Las cogidas se produjeron en el tramo urbano, donde se tuvo que trasladar a dos personas a la Enfermería por heridas por asta de toro en la calle de Las Parras, mientras que la tercera ocurrió al cruce de carreteras. El cirujano jefe, Pablo Vázquez, atendió a un castellonense con una cornada en el brazo que le afectó al bíceps, a un vecino de Vallelado con una herida en la ingle derecha y a un corredor cuellarano con una cogida en el muslo izquierdo. Todas las cornadas tienen una profundidad de entre 11 y 12 centímetros, como explicó el alcalde de la localidad, Jesús García.

Además, también se registraron otros tres heridos por contusiones durante el recorrido urbano del encierro: una mujer que se cayó hacia atrás de una talanquera y que fue trasladada al Hospital de Segovia para descartar una fractura, un hombre con un esguince y otro joven con heridas en la nuca.

El segundo encierro de las fiestas de Cuéllar estuvo protagonizado por “los toros”, como destacó la Asociación de Encierros en su valoración diaria. La salida de los corrales junto al río Cega se desarrolló sin incidentes, aunque el recorrido por el campo fue “complicado”, como indicó a Ical el alcalde cuellarano.

Cuando la manada cruzó la carretera, dos reses se separaron de la manada y se refugiaron en las naves del polígono industrial El Contodo. Los caballistas consiguieron reconducir a uno de ellos hasta donde esperaba todo el grupo en el pago de Las Hontanillas, pero el otro toro que se quedó en el campo se desnucó cuando iba a ser anestesiado, según indicó el regidor, ya que se golpeó con la pala de uno de los tractores que ya estaba preparado para su traslado.

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El encierro alcanzó la zona del embudo sobre las 9.30 horas y fue en el tramo urbano cuando más problemas provocaron los novillos de la ganadería salmantina de El Canario. En la zona de El Embudo, el inicio de la carrera fue excesivamente largo y bajada rápida, lo que influyó en la segregación de la manada en la segunda mitad del recorrido urbano. Uno de los toros se separó del grupo y fue reintegrado al mismo por uno de los caballistas que participa habitualmente en los festejos, pese a que su animal recibió un pinchazo.

Ya en las calles se produjeron las dificultades para los corredores, donde se vieron buenas carreras. La manada llegó irregularmente agrupada hasta la plaza de los Coches, donde dos toros derrotaron en las talanqueras izquierdas produciendo contusiones serias a una persona. Según la asociación, el encierro se complicó más en la calle de Las Parras, con dos heridos por asta de toro, mientras que otros dos -uno por asta de toro en las talanqueras y otros arroyado al caerse ante la cara de uno de los animales- se producen al cruce de las carreteras donde la manada llegó disgregada.

A la plaza, donde a continuación se celebró la probadilla, entraron también disgregados y derrotando las talanqueras. La segunda jornada volvió a congregar a numeroso público tanto en el recorrido por el campo como en el tramo urbano para presenciar los encierros considerados los más antiguos de España, aunque se notó un descenso en el número de caballistas.

Mañana se celebrará la tercera de las cinco jornadas de los tradicionales encierros de esta localidad segoviana con novillos de la ganadería Coquilla de Sánchez Arjona de Carpio de Azaba (Salamanca).