Mientras se va despidiendo el verano, los pueblos de Segovia se visten de otoño, con colores para enamorarse de su belleza, en cualquier época del año.
No obstante, las tonalidades que adquieren en los meses otoñales les convierten en lugares únicos, en pueblos de cuento, para descubrir o volver a visitar.
Los pueblos rojos
Madriguera
Situado a 17 kilómetros de Riaza, en la falda de la Sierra de Ayllón, encontramos uno de los pueblos más conocidos de la ruta. Se puede visitar la iglesia de San Pedro, la Fuente del Hierro y un lavadero antiguo recuperado de la ruina
Villacorta
También en la falda de la sierra de Ayllón, encontramos Villacorta. Aquí podrás visitar la Iglesia de Santa Catalina pórtico románico y por un artesonado mudéjar del siglo XVI. y la ermita de San Roque, dos monumentos simples, pero bañados en un color rojizo.
Pueblos amarillos
Vemos el color amarillo y blanco propio de las cuarcitas que conforman estas maravillosas pedanías.
Alquité
Es una pequeña población en la que se levanta la Iglesia de San Pedro, que posee un destacable pórtico con increíbles arquivoltas y un arte románico admirable. Cerca del pueblo, encontramos el mirador del Otero de Alquité, desde donde se pueden contemplar una naturaleza excepcional: La sierra y los pinares y robledales que lo rodean.
Martín Muñoz de Ayllón
Destaca la iglesia del patrono del pueblo, San Martín de Tours. Además, este pueblo tuvo canteras de pizarra que fueron empleadas para construir la cubierta del Palacio de la Granja y el suelo de la Catedral de Segovia. En sus alrededores también encontramos una cima con un gran interés natural, el Collado de las Cabras.
*Fotografías de David Daguerro de Madrid/Wikipedia