Segovia registra un saldo de 166 parados más con respecto al primer trimestre y la tasa de paro se sitúa en 10,03 por ciento, apenas una subida del 0,66 por ciento, según revelan los datos de la Encuesta de Población Activa publicada este martes.
La Federación Empresarial Segoviana, tras analizar cómo el número de ocupados en la provincia de Segovia ha descendido un 5,07% respecto al trimestre anterior, situándose la cifra total en 65.339 personas, aún cuando en este dato no están excluidos los trabajadores afectados por los ERTES, insiste en que medidas como el aplazamiento de impuestos y pagos, y una adecuada y ágil llegada de liquidez a las empresas, actuando sobre las líneas financieras ICO e Iberaval, junto con la prórroga de los ERTEs más allá del mes de septiembre, son elementos clave para garantizar la supervivencia de los sectores más golpeados, de sus empresas y sus plantillas hasta la recuperación total de su actividad.
Estos datos no reflejan todavía la gravedad actual del mercado laboral puesto que, como apunta el INE, no todas las personas que han perdido su empleo han pasado a clasificarse como parados, sino que una parte considerable ha pasado a la inactividad.
En opinión de FES, en consonancia con CECALE, la actual situación de avance hacia la tan esperada normalidad social debe ser, desde el punto de vista sanitario, firme y requiere del máximo compromiso y prioridad de toda la sociedad, pero es necesario trabajar con esfuerzos compartidos para paliar lo máximo posible el impacto económico, preservando el tejido productivo y, por tanto, el empleo.
Por ello, resulta fundamental intensificar las medidas de apoyo que aporten viabilidad a las empresas en una situación tan excepcional como la que estamos viviendo, instrumentadas a través del diálogo social, el modelo de trabajo más útil y comprometido con el desarrollo económico y social, y sobre el que desde el Gobierno regional se están vertiendo dudas; máxime en estos momentos difíciles e inciertos de la economía, cuando se necesita consenso para llegar a acuerdos que nos ayuden a salir de la crisis y alcanzar una mejora del bienestar.
Los resultados de la EPA del segundo trimestre muestran un mercado laboral que acusa de forma intensa los efectos negativos de la crisis del Covid-19. En una situación histórica de caída de la actividad, el empleo inevitablemente se ha deteriorado. La diferencia respecto al pasado es que la economía española es capaz de crear más empleo en las épocas expansivas y aguanta mejor la ocupación en periodos de recesión como consecuencia de las posibilidades de adaptación existentes en el actual marco laboral en materia de flexibilidad interna.
No obstante, la intensidad de la crisis está siendo de tal magnitud, que no solo han de mantenerse en el tiempo las medidas ya adoptadas, sino que parece fundamental intensificar las medidas de apoyo al mercado laboral que aporten adaptabilidad, seguridad jurídica y confianza a las empresas y a los inversores, instrumentadas a través del diálogo social, en una situación tan excepcional como la que estamos viviendo en estos momentos.