Segovia perdió 174 empresas en 2011, frente a las 205 que se computaron en 2010, según el Directorio Central de Empresas (DIRCE) que publica anualmente el Instituto Nacional de Estadística registrando las altas y bajas de empresas.
El número total de empresas registradas con fecha del 1 de enero de 2012 es de 11.218, frente a las 11.392 del ejercicio anterior. “No significa que a lo largo del año cerraran solo 174 empresas, sino que es la cifra que el censo empresarial de la provincia registra como caída, dando de baja a las que cerraron y de alta a las que abrieron”, explica FES a través de un comunicado.
Desde el año 2008, la provincia de Segovia ha rebajado su censo empresarial en 688 empresas, es decir, ha mermado en un 5,7%, el segundo porcentaje más elevado de Castilla y León.
Las empresas de menor tamaño caen en picado
El 55,17% de las empresas en la provincia carece de trabajadores en plantilla. Esta es una de las conclusiones de este estudio: la grave caída que la crisis ha supuesto para las empresas pequeñas. Se han sumado 86 negocios con plantillas de 1 a 2 asalariados en la provincia, pero en todos los demás tramos de escala inferior, las cifras han sido muy negativas: 94 menos sin asalariados, 88 menos de 3 a 5 empleados y 67 menos en empresas de 6 a 9 trabajadores.
“Todo ello explica el mal año que también ha sido 2011 para el empleo provincial y sigue ayudando a trazar un perfil objetivo del tejido empresarial e industrial de la provincia: la mayor parte de las empresas posee un tamaño pequeño y su volumen de negocio no le permite crear puestos de trabajo, salvo los de autoempleo”, manifiesta FES.
Prioridades
Otra de las conclusiones que arroja el Directorio es que la pérdida de músculo empresarial en la provincia es una de las más graves consecuencias de la crisis económica actual, que además impide que remonten las cifras de crecimiento y por supuesto las de empleo. En este sentido, FES ha reiterado en varias ocasiones que “sin atender de forma prioritaria a la permanencia y creación de empresas es imposible que la situación mejore”.
“Una línea prioritaria -según apunta la Federación Empresarial Segoviana- a solventar son los problemas que padecen las empresas (fundamentalmente pymes y autónomos, como pone de manifiesto el DIRCE), que por el momento aguantan el bache, y cuyo trabajo FES quiere reconocer, puesto que en muchos casos la caída de la actividad ha sido mucho más pronunciada que el ajuste de sus plantillas”. Facilitar el acceso a la financiación, atajar la morosidad, articular medidas que incentiven el consumo y reducir la presión fiscal son algunas de las políticas que atienden a este punto.
Asimismo, FES sostiene que “hay que sentar las bases para que la creación de empresas y el autoempleo tengan los menores obstáculos posibles, tanto en apoyo financiero como en requisitos burocráticos. La incorporación a la actividad económica de los emprendedores y emprendedoras podría suponer la compensación de la sangría de empresas que se ha producido desde 2008”.