La incidencia acumulada de COVID-19 en Castilla y León apunta en la jornada de este sábado hacia el descenso tras registrarse una tasa de 444,02 casos por cada 100.000 habitantes a siete días frente a los 471,96 notificados ayer por la Consejería de Sanidad. A ello se une la bajada del índice reproductivo básico por debajo de la unidad máxima recomendada por las autoridades sanitarias, algo que no se producía desde el domingo 27 de junio.
No obstante, la tasa de incidencia acumulada a 14 días en Castilla y León sigue, una jornada más, con su incremento progresivo y hoy presenta 872,31 casos frente a los 845,37 notificados ayer. Por provincias, de nuevo es Burgos la que presenta una incidencia más alta en relación a este indicador, con 1.606,88 casos por cada 100.000 habitantes, seguida de las provincias de Palencia (1.072,85); Zamora (936,76), que descendió su ratio por segunda jornada consecutiva; Soria (769,54), León (755,63), Valladolid (754,64), Salamanca (692,19), Segovia (524,51) y Ávila (431,30), todas ellas en el nivel de riesgo más elevado del semáforo COVID.
En cuanto a la incidencia a siete días, Burgos experimentó una considerable caída en sus datos al pasar de los 930,80 casos notificados ayer a los 782,05 de hoy. También bajó la tasa, en relación a este indicador, de las provincias de Palencia (610,65 casos por cada 100.000 habitantes), Zamora (414,45), Valladolid (404,88), Salamanca (374,19) y Segovia (287,34), mientras que se anotaron subidas en Soria (478,15), León (323,37) y Ávila (297,47), permaneciendo todas las provincias, no obstante, en riesgo muy alto.
La tasa de incidencia acumulada de casos de COVID-19 en mayores de 65 años continuó su ritmo de ascenso tanto a 14 como a siete días, al registrar hoy 158,06 casos por cada 100.000 habitantes en las dos últimas semanas, frente a los 138,99 que se comunicaron ayer, y una tasa de 99,23 casos a siete días frente a los 91,58 casos notificados este viernes.