«Segovia 21, ahora Quinta Real, nunca debió haber nacido», así lo expresa el portavoz del PSOE en la Diputación Provincial, Máximo San Macario.
San Macario lo describe como un «proyecto de especulación inmobiliaria con una mezcla de juego de monopoly y golf que siempre fue un fracaso». Y, añade, «un deseo megalómano del PP de Segovia que el Partido Socialista nunca compartió y así lo hemos manifestado de la misma e inalterable forma durante todos estos años».
La venta llega «tarde»
Para San Macario, “por fin ha llegado la venta, aunque lo hace tarde, muy tarde, tras más de 20 años de nefasta gestión del Partido Popular, marcada por el derroche, millones de pérdidas de valor de los activos, dinero aportado por las arcas provinciales que ha acabado en el cubo de la basura y una gran pérdida de patrimonio para nuestra provincia”.
“Es grotesco que el señor de Vicente, el señor Moral y toda su cohorte popular quieran vender como un éxito la venta de este fallido proyecto. Un proyecto exclusivo del Partido Popular de Segovia, que siempre se ha gestionado de forma opaca y oscurantista por los sucesivos responsables políticos del PP en la Diputación”.
“El PP de la Diputación nos está contando, malintencionadamente, un relato que no es cierto porque los 12 millones de euros de la venta no van a revertir íntegra y directamente en los pueblos de nuestra provincia, tal y como el señor de Vicente ha señalado en varias ocasiones: sólo 6 millones se van a destinar a un Plan especial de inversiones en los pueblos”.
“Palacete” en la Faisanera, recrimina el PSOE
“Otros 3 millones van a servir para concluir su “palacete” de la Faisanera”, denuncia el portavoz socialista. “Un dinero de todos los segovianos para concluir ese esqueleto que pretende ser un Palacio de Congresos porque la Junta, en una muestra más de su desprecio hacia Segovia, no lo ha financiado en las mismas condiciones que en otras capitales de nuestra Comunidad”.
Para San Macario, “es de risa escuchar al señor de Vicente hablar de un millón de metros cuadrados, que eran suelo rústico y se han convertido en una oportunidad para los pueblos de la provincia”. “No es ninguna oportunidad que los segovianos hayamos perdido el patrimonio que suponen esos terrenos”.