La Comisión Territorial de Patrimonio se reunió en la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia y, entre otros asuntos, ha autorizado la intervención sobre diez de las once campanas de la Catedral. El objeto es subsanar algunos problemas detectados en las campanas, mejorar el estado de las mismas y cambiar los yugos de metal actuales por otros de madera.
El campanario de la Catedral cuenta con un juego de once campanas de diferentes tamaños, cronologías y estilos. Diez de ellas están ubicadas en el llamado primer cuerpo y la restante se sitúa en el lucernario, la que da las horas de reloj. La intervención tendrá lugar en las campanas del primer cuerpo, que en su origen tuvieron yugos de madera. Esos yugos fueron sustituidos por los actuales de hierro en la década de 1960. Estos, al ser de un material más rígido, hacen que las vibraciones no sean absorbidas de la misma manera, lo que produce problemas estructurales en la propia campana y variaciones en el sonido.
El cambio a unos yugos de madera no es solo por el componente estético, sino que, fundamentalmente, va encaminado a la conservación material y sonora de la campana y a facilitar su correcto funcionamiento. Para ello, se sustituirán los elementos en mal estado y las sujeciones de los badajos o se sustituirán aquellos en mal estado (fracturados o con pérdidas).
También se autorizó la restauración de la pintura «La visión de San Alfonso Rodríguez» y el retablo de la iglesia del Seminario. Esta restauración se llevará a cabo en la misma iglesia para evitar cambios y problemas que puedan dañar la obra, si bien hasta que no se inicien los trabajos y se analice el estado de la obra y el retablo no se podrán detallar los trabajos necesarios.
Trabajos arqueológicos en la muralla
En la Comisión, se autorizó también la ampliación del permiso de intervención arqueológica vinculada al proyecto de restauración de la Muralla Norte, plaza del Alcázar, bajada del Revellín y Muralla Baja. Para ello se han dado detalles de lo realizado hasta ahora, que ha permitido identificar y catalogar nuevas piezas con elementos epigráficos de época romana, fragmentos de aras, etcétera, reutilizados como material constructivo en la base de la muralla. También se ha realizado el estudio de las fases constructivas de este lienzo de la muralla, que indica que es una de las zonas de mayor interés para el estudio de la fortificación, sus orígenes, fases constructivas y evolución a lo largo de la historia.