La consejera de Sanidad, Verónica Casado, anunció que la Atención Primaria y comunitaria, así como la salud pública serán reforzadas ante el inicio de las fases de desescalada del confinamiento impuesto por el coronavirus. Para ello, prevé incorporar médicos, personal de enfermería y de cuidados y “fidelizar” a los resientes que terminan su formación con ofertas de trabajo.
En la comparecencia telemática posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, la titular de Sanidad avanzó que el inicio de la transición a la nueva normalidad en 26 zonas básicas de salud del medio rural supondrá un refuerzo de la Atención Primaria, pero también de los servicios territoriales, para desarrollar la salud comunitaria y pública en la Comunidad.
Al respecto, la consejera señaló que se nombrará un responsable de vigilancia epidemiológica, al menos, por cada centro de salud que avance en la desescalada, si bien señaló que se tendrá en cuenta la población a la que se le hace el seguimiento, el número de pruebas PCR o el tamaño de la zona básica de salud.
No obstante, Verónica Casado precisó que cada una de las 247 zonas básicas de salud son “diferentes” por lo que las medidas que se adopten se diseñarán en función de las necesidades, si bien la consejera apuntó que será necesario contar con médicos, personal de enfermería, que -dijo- jugarán un papel “sustancial”, y técnicos de cuidados. Además, se estudiará si es necesario reforzar las estructuras de los servicios territoriales, entre los que destacó la buena situación del de Burgos, por contar con tres epidemiólogos.
Igualmente, la titular de Sanidad adelantó que los centros de salud que avancen en la desescalada establecerán, como lo han hecho los hospitales, dos circuitos diferenciados Covid y No-Covid; extremarán como la población las medidas de prevención, basadas en el distanciamiento y la desinfección, y mantendrán las consultas telefónicas, como filtro para decidir entre el paciente y el facultativo cuándo y cómo debe ser atendido de forma presencial.
De esta forma, Verónica Casado indicó que los consultorios locales no podrá reabrir sus instalaciones de momento debido a las dificultades que tienen para establecer circuitos diferenciados para los pacientes con coronavirus y otras enfermedades.
También la consejera indicó que la realización de test y PCR se intensificará en las zonas en las que se establezca la fase 1 de la desescalada como vía para identificar y aislar a los enfermos de coronavirus, así como a sus contactos. En conjunto remarcó que las zonas “verdes”, por estar libres de Covid-19, tendrán una mayor vigilancia epidemiológica.
De la misma forma, destacó que si los criterios sanitarios y epidemiológicos lo permiten la comarca de El Bierzo (León) podría avanzar en la desescalada “entera” y no por zonas básicas de salud, así como a una velocidad diferente que el conjunto de la provincia leonesa.
Estas cuestiones se abordarán este jueves a partir de las 16.30 horas en la reunión que la consejera mantendrá con los gerentes de Atención Primaria y Asistencia Sanitaria, así como con los de Atención Especializada y Emergencias a las 18.30 horas. Para los hospitales, la consejera señaló que tendrán que reducir de forma “escalonada” las restricciones y recuperar “progresivamente” la asistencia habitual.
Finalmente, la consejera de Sanidad señaló que en la nueva fase 1, si la autoriza el Ministerio de Sanidad, será necesaria la comunicación con la Delegación del Gobierno en Castilla y León, los alcaldes y las diputaciones provinciales para mantener el control sobre las vías de comunicación, con el objetivo de impedir que acudan a estos lugares ciudadanos procedentes de otros territorios en los que se mantiene el confinamiento sin ningún cambio.