El ex concejal del Partido Popular al que el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, tildó de “golfo, deshonesto, sinvergüenza, mentiroso, mezquino, corrupto e idiota” compareció hoy ante los medios de comunicación, seis años después de dimitir como edil, para eludir responsabilidades en el caso de construcción de 46 miniapartamentos ilegales en la capital segoviana, a escasos metros del río Eresma. En rueda de prensa, Sancho desmintió hoy su participación en la gestión de estas obras, tras detallar que compró la finca para su familia y contando con la oportuna licencia. “Cuando la vendí -haciendo referencia a la empresa Hontanilla de Santo Domingo, S.A, implicada en el caso- a terceros se cambió el proyecto en el que estaba interesado la universidad SEK”, ahora IE University.
Asimismo, aseguró, “la universidad realmente se interesó por el proyecto cuando lo vio autorizado, modificado y citado posteriormente a la venta. Yo no lo redacté, yo no lo promoví y sí intervine en facilitárselo a la universidad”, explicó ante los periodistas. En este sentido, matizó, “la concesión de esta licencia, otorgada por una Junta de Gobierno en la que participaba Izquierda Unida, se otorgó por unanimidad. A esa licencia, a esa autorización es dónde hay que pedir explicaciones. Por supuesto que si ha habido desviaciones de esa licencia hay que pedir responsabilidades a quien le toque”, declaró.
Sancho consideró ‘lesiva’ la licencia y, añadió, “si ha habido desviaciones sobre la misma hay que reconstruir a lo autorizado pero lo sensato, lo legal, lo coherente, lo respetuoso y lo responsable sería reconocer lo que ya han ratificado varios tribunales, que la licencia es lesiva e inexplicable para los ciudadanos”.
Reuniones grabadas
Tras recuperar la empresa Hontanilla de Santo Domingo, S.A. que tres años antes había vendido, como afirmó Sancho, el alcalde de Segovia y el entonces concejal de Urbanismo, Juan Cruz Aragoneses (que dimitió en la anterior legislatura después de que saltaran a la luz irregularidades en unas obras efectuadas por su pareja) – siempre en base al relato de Sancho- le propusieron reunirse en instancias municipales para “solucionar el asunto”. El ex edil del PP, que reconoció hoy que grabó todo el contenido de la misma sin conocimiento de los demás participantes, añadió que durante el transcurso de la misma Pedro Arahuetes garantizó hablar con el juez y con el fiscal, poner una sanción de 6000 euros, “grave en su grado mínimo”, y presentar una solicitud de Sancho al juez para que se diera por terminada la restauración de la legalidad, con el objetivo de resolver todo el asunto.
“Como yo sabía que me iban a engañar, y como así ha sido, todas esas reuniones están transcritas, grabadas, y literalmente certificadas en soporte digital”. Éstas, señaló, forman parte de los expedientes administrativos del Ayuntamiento admitidos como pruebas, como de los expedientes que existen en el Contencioso-Administrativo.
La condena de Arahuetes
Respecto a la condena de Arahuetes, Sancho aseguró no sentirse “ni contento ni orgulloso” con la misma “aunque parezca que personalmente pueda ser una satisfacción”. En sus declaraciones dijo que se querelló contra Arahuetes debido “a que su talante retador me invitó, y casi me ordenó, a hacerlo”. En este sentido recordó que el alcalde segoviano lo injurió “de manera vejatoria y con unos efectos muy dañinos sobre mi fama, mi persona y mi familia” y manifestó sentir vergüenza “al ver a mi alcalde sentado en el banquillo de los acusados en un proceso penal”.
Como se recordará, el socialista Pedro Arahuetes, fue condenado a indemnizar con 2.000 euros a Sancho tras espetar dichos calificativos en rueda de prensa, en el Ayuntamiento. Los hechos se remontan al año 2006, cuando Sancho dimitió como concejal al verse involucrado en un caso de construcción de apartamentos ilegales en la capital segoviana, a escasos metros del río Eresma, una obra que fue paralizada por el Ayuntamiento, además de abrirse un expediente judicial.
En relación a la reciente sentencia, el que fuera concejal popular lamentó hoy que la lectura pública de la misma por parte del alcalde de Segovia “solo ha servido para hacer comentarios y para justificar hechos”. Sancho señaló que para quedar exento de responsabilidades, Arahuetes “únicamente tendría que haber narrado los hechos ante un juez”, como hicieron mención, la sentencia de primera instancia y la de la Audiencia, según el artículo 210 del Código Penal.
Además, aseguró que el alcalde miente cuando “alardea de que solo le han puesto 2000 euros de sanción habiendo pedido 36.000”, ya que, como explicó Sancho, la cifra pedida se situaba en los 18.000 euros correspondientes a “seis insultos repetidos dos veces”. Además, añadió que Arahuetes pidió el fraccionamiento del pago en seis meses pero que la justicia le permitió pagarlo en tres. “A lo mejor no le llega el sueldo”, ironizó.