Si no tenía bastante la familia del perro electrocutado en la Avenida de la Constitución, el pasado viernes, ahora, esta historia, se ha convertido en una guerra política en el Ayuntamiento. Mientras el Partido Popular, en la oposición, reclama una comisión extraordinaria e insiste en recordar que llevan tiempo denunciando la falta de control en las obras, por su parte, el equipo de Gobierno, a través de un comunicado oficial publicado en redes sociales pide «que no se politice este asunto».
La polémica está servida. Ayer, la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero, y el concejal de Obras y Servicios, Miguel Merino, «despacharon» sobre ese asunto para trasladar «con la mayor transparencia» lo ocurrido. «si bien es cierto que el martes día 2 hubo un aviso, ni Policía Loal ni el servicio de alumbrado pudieron recabar informaciones directas que permitieran dirimir el lugar exacto ni los detalles de lo ocurrido, procediendo a evaluar las farolas de la zona estimada sin encontrar anomalías y tomando medidas preventivas anulando el sistema eléctrico de la zona estimada que podría haber generado este problema», explica el Consistorio, y, añade, «Hasta el momento y con la información de la que disponemos, podemos decir que las decisiones tomadas por los técnicos de alumbrado el martes 2 del primer incidente fueron ejercidas en base a los indicios con los que se contaba».
Por su parte, representantes del Partido Popular explican que “Vamos a solicitar una comisión extraordinaria para que se nos explique lo ocurrido en la avenida de la Constitución, en la que insistiremos en la seguridad y pediremos el plan de seguridad de la obra, además de que se depuren responsabilidades. En cualquier obra que se ejecuta en una ciudad, en sus calles, cerca de casas, colegios o cualquier entorno, no se puede descuidar nada”. “Hay alcantarillas atascadas, han dejado los bancos antiguos y no han atendido nuestra petición de instalar bancos con una mayor altura más adecuados para las personas mayores o con problemas de movilidad, el pavimento está irregular y se han añadido unas zonas de piedra que se están convirtiendo en verdaderos obstáculos para las personas más mayores, de hecho, ya se han producido varias caídas y esto no es normal en una obra que está a punto de terminar y que, si se ha hecho, es para mejorar, no para ir hacia atrás”, lamentan.
Continuará…