Estudió Educación Social en la Universidad de Deusto, mientras tomaba clases de arte dramático por las tardes. Siempre ha mantenido la ilusión de actuar y ha hecho sus pinitos también como modelo. Una beca la llevó a Viena y allí llegó su oportunidad. Ahora, actúa en el Volkstheater, uno de los teatros más importantes de la ciudad. Le apasionan viajar, cocinar, la antropología, los documentales, disfrutar del arte contemporáneo y bailar con su sobrino. Al menos eso cuenta en su blog.
¿Qué hace una chica como tú en un teatro de Viena?
Trabajar con mucha ilusión y esfuerzo. Hacer realidad un sueño.
¿Cuándo llegaste a la ciudad y para qué?
Llegué a finales de Marzo. Cuando terminé mi grado en Educación Social por la Universidad de Deusto, pedí la Beca Leonardo da Vinci para hacer prácticas con refugiados políticos y solicitantes de asilo, me la concedieron y el destino elegido fue Viena. Tras finalizar la beca, quería centrarme a mi pasión, la interpretación.
Empezé a conocer la ciudad, a descubrir su arte, sus rincones y, también, me presenté a varios castings. Así llegué al Volkstheater. Está siendo una aventura maravillosa y la gente siempre me pregunta: ¿cómo conseguiste actuar en el Volkstheater? ¿Tenías contactos, no? Supongo que no era consciente de la magnitud de formar parte de esta obra. No tenía contactos, no conocía a nadie, pero con mucha ilusión se puede llegar casi a cualquier parte.
Dices que eres graduada social, ¿Cómo diste el salto a la interpretación? ¿Te gustaría dedicarte a ello en un futuro?
Mientras estudié Educación Social en Bilbao, durante mis dos últimos años, tomaba clases de interpretación por las tardes. Fue ahí cuando descubrí que realmente quería dedicarme a ello y supe que, por lo menos, tenía que darme una oportunidad e intentarlo. Soy consciente de que es una profesión difícil y con mucha competencia, pero siempre me hubiese lamentado el no intentarlo por miedos o inseguridades. Respecto al futuro, por supuesto que quiero continuar con mi carrera. El poder haber actuado delante de 10.000 personas me ha dado las fuerzas e ilusiones para querer dar lo mejor de mi para la interpretación.
¿En qué consiste tu papel en la obra?
La obra se llama “Die Reise”, el viaje. Somos 30 inmigrantes, y contamos historias de inmigración sobre cómo ha ido llegando la gente a Viena. Causa un gran impacto emocional en el público, porque es muy directa. La gente comparte sus historias y desgracias sin hacer sentir al espectador culpable, sino más bien cómplice y amigo.
Es una obra grupal en la que no hay un papel principal, sino que somos un grupo, siempre todos en el escenario, en la que lo que prima no es el vestuario, coreografía o maquillaje, sino que son las personas.
Se cuentan historias de africanos que han tenido que cruzar todo África andando para venir en Patera a Lampedusa, de “desaparecidos” cuando el régimen del General Videla, de niños que han escapado de la guerra desde Chechenia y llegaron andando a Viena, de un juez de Albania que lo perdió todo cuando estalló la guerra, o de Wanda, una médico colombiana que fue testigo de tráfico de armas en un hospital y tuvo que huir cuando la descubrieron.
En mi caso, represento la inmigración desde otro punto de vista, desde una europea que trabaja con inmigrantes. Cómo vive el trabajar con el sufrimiento tan de cerca, y cómo procura darles ánimos y alegrar un poco unas vidas un tanto deprimidas.
Háblame de la Obra, dices que trata de inmigración, ¿Cómo ha reaccionado la sociedad austriaca a esta interpretación?
Ha sido un auténtico boom. Los medios se han hecho eco rapidamente de la temática tan de actualidad y de las historias tan impactantes. Austria es un país muy duro en cuanto a leyes respecto a inmigración, por lo que, que la gente cuente ante casi mil personas cada vez que lleva 13 años esperando una respuesta de asilo político, o que cuando llegaron, en la atención primaria, el gobierno no les daba donde dormir, ha causado mucho ruido.
A los políticos no les ha gustado tanto (fueron invitados a la premiere pero ninguno vino, ni siquiera el ministro de Integración), pero el público suele salir emocionado y conmovido. A mi me encanta “Die Reise” porque es una obra pedagógica en la que decimos: “hey, somos inmigrantes, no queremos robaros, sólo queremos una vida mejor”.
¿Cuántas personas participan en ella?
Somos 30 de diferentes nacionalidades: Somalia, Japón, Albania, Chechenia, Polonia, Gambia, Sierra Leona, Irán, Afganistán, Hungría… y muchas más. Como somos todos extranjeros, hemos hecho una especie de familia en la que estamos muy unidos.
Y después de la obra, ¿Tienes previsto nuevas hazañas? ¿Qué te gustaría hacer? ¿Volverás a España?
Después de la obra (y durante ella) estoy barajando otros proyectos.Tengo previsto ayudar en la producción de un documental en Oriente Medio y estoy concretando un papel para una producción brasileña. ¿Qué me gustaría hacer? ACTUAR.
Quiero dedicar mis mejores años a cumplir mi sueño, al menos a intentarlo. Respecto a regresar a España, vengo siempre que puedo vengo a visitar a mi familia y amigos., necesito sus dosis de cariño. Pero ahora, por el momento, mi vida profesional está aquí y no quiero marcarme fechas. Sólo quiero trabajar e intentar abrirme paso en el mundo de la interpretación.