El secreto de esta receta de torrijas a la segoviana la tiene un afamado restaurante de carretera en la provincia de Segovia.
Este establecimiento lleva preparando sus famosas torrijas de pan brioche desde hae más de 20 años.
Inicialmente, elaboraban el postre únicamente durante las fechas de Semana Santa, pero tuvieron tanto éxito entre la clientela, que incorporaron la receta a la carta de postres todo el año. «Nos dimos cuenta de que nuestros clientes las demandaban todo el año» comenta Conchi, propietaria de Área Boceguillas.
Las torrijas es uno de los postres más emblemáticos en estas fechas; sin embargo, en la cafetería del Área Boceguillas las preparan durante todo el año por la alta demanda en cualquier momento del año.
En un vídeo, la Guía Repsol muestra el proceso de elaboración contado por la propia Conchi.
Historia de la torrija
Según recoge la wikipedia, la primera referencia conocida a un producto parecido a la torrija figura en De re coquinaria, de Apicio, quien compiló recetas latinas de los siglos iv o v. En él se menciona que la rebanada de pan debe sumergirse en leche, pero no habla del huevo y no le da un nombre especial: se limita a llamarla aliter dulcia (otro plato dulce).1
Ya en el siglo xiv, el recetario Le viandier, de Taillevent, presentaba la receta de las «tostadas doradas» (tostées dorées), que se rebañaban en yema de huevo batido antes de pasarlas por la sartén y espolvorearlas con azúcar.
En España, el término «torrija» o «torreja» aparece ya documentado en el siglo xv. Juan del Encina utiliza «torreja» en un villancico de su Cancionero (1496) «miel y muchos huevos para hacer torrejas», al parecer como plato indicado para parturientas. Lope de Vega también menciona las torrijas en sus obras.
En otros países, el consumo de las tostadas francesas puede ser diario. En Estados Unidos es un plato típico del desayuno, y cada 28 de noviembre se celebra el National French Toast Day.