Si algo marca la llegada del frío y del tiempo otoñal, es el cambio de hora. Y cómo se nota que los días ya son más cortos… y se agradece poder disfrutar un poco más de la luz del día.
Como ocurre desde el año 2001, regulado por una directiva, el cambio de horario, que se efectúa dos veces al año, último domingo de marzo y el último domingo de octubre. El objetivo de esta medida es el ahorro energético, mediante un menor consumo en iluminación.
De este modo, en la España peninsular, a las 03.00 horas de la madrugada del domingo se retrasarán los relojes a las 02.00 horas, con lo que la diferencia con el horario GMT volverá a ser de una hora.
Los más dormilones, que sepan que podrán disfrutar de una hora más de sueño, y los más juerguistas, tendrán una hora más de fiesta. Ya que estás avisado, ponte una alarma, para cambiar todos los relojes de tu casa y de los móviles, no sea que te presentes el domingo a una cita, ¡con una hora de antelación..!