Casi la mitad de las personas que viven en Castilla y León, el 43 por ciento, quiere ser cuidado en casa de forma profesional durante su vejez, contando con Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y/o servicio de teleasistencia. Así lo pone de manifiesto el estudio ‘El futuro de los cuidados’, elaborado por Sondea para Clece, a partir de más de 2.000 entrevistas a personas de entre 55 y 70 años.
La libertad para organizar sus propios horarios y salidas es el principal argumento de todos aquellos que prefieren permanecer en su domicilio habitual durante su vejez. “Los resultados obtenidos a través de la encuesta no hacen más que ratificar algo que ya veníamos afirmando: el modelo de cuidados actual ha de dirigirse a prolongar la autonomía de nuestros mayores para que permanezcan el mayor tiempo posible en sus domicilios y retrasar la entrada en residencias. Para ello es fundamental impulsar mejoras en los servicios de atención domiciliaria sin olvidar la importancia de las innovaciones tecnológicas para potenciar esa autonomía y mejorar la calidad de vida”, señala el director técnico de Servicios Sociales de Clece, Ignacio Gamboa.
En el caso de que su nivel de autonomía no les permita permanecer en su domicilio habitual, los encuestados se abren a otras opciones, como las residencias de mayores o los pisos tutelados. En el supuesto de vivir en una residencia, más del 70 por ciento asegura que le gustaría hacerlo con personas afines y en grupos reducidos y siempre manteniendo su capacidad de elección en determinadas cuestiones, como invitar a amigos y familiares y decidir la hora de levantarse o de acostarse.
La atención médica es el principal servicio de salud que les gustaría encontrar en una residencia a nueve de cada diez encuestados y la mayoría de ellos esperaría que contase con personal suficiente como para prestar un servicio personalizado y de calidad, seguido de que dispongan de unas instalaciones adecuadas para ello.
En cualquier caso, ya sea viviendo en el propio domicilio, en una residencia o en un piso tutelado, la mitad de los encuestados, el 50 por ciento, afirma que le gustaría que su familia le visitara, pero respetando su intimidad.
El 23 por ciento manifiesta que prefiere que sus familiares estén lo menos involucrados posible para no resultarles una carga, y casi uno de cada cuatro, el 23 por ciento, añade que sí quiere que su familia esté lo más involucrada posible a lo largo de su vejez.
Tecnología
En cuanto a la tecnología, casi dos de cada tres castellanos y leoneses, el 62 por ciento, espera que juegue un papel determinante a la hora de mejorar su calidad de vida durante la vejez. En este sentido, Ignacio Gamboa recalca que “es imprescindible seguir impulsando tanto el desarrollo como la implantación de innovaciones tecnológicas para prestar a las personas usuarias unos cuidados de calidad, ya sea en su domicilio, en una residencia, en un piso tutelado o en cualquier otra instalación”. “La Administración Pública, las empresas y la sociedad en su conjunto debemos concienciarnos de la importancia de invertir en estos recursos que mejoran nuestro bienestar y calidad de vida a lo largo del proceso de envejecimiento”.
Servicios de calidad
Por otro lado, la profesionalidad y la eficiencia de sus futuros cuidadores profesionales, ya sea en una residencia o a través de servicios como el SAD o la teleasistencia, es el principal aspecto que valoran los encuestados (79 por ciento), seguido de la empatía y el trato cercano o casi familiar (68 por ciento), que tengan en cuenta su opinión en la toma de decisiones importantes relacionadas con su salud (67 por ciento) y los conocimientos médicos (59 por ciento). Respecto a los servicios de cuidados públicos, más de la mitad de los encuestados reclama que ofrezcan mayor variedad de modelos de estancia y convivencia, en función del grado de dependencia.