Q:NØ Arquitectos (léase ‘que no’) está de cumpleaños. Hace un año que comenzaba una aventura profesional en la que la valentía y la locura por arriesgar ganaron la batalla. Ahora lo llaman emprendimiento, pero hace un año, y con la incertidumbre por bandera, estos tres segovianos, Miguel Rivilla, Fernando Garvi y Javier de Andrés, se presentaron al concurso de diseño de la sala VIP de ARCO dispuestos a demostrar que la juventud, en ocasiones, también es un grado. Y ganaron.

Desde entonces, el estudio se ha especializado, entre otros campos, en la redacción y presentación de concursos, la elaboración de Proyectos, el diseño gráfico y técnicas como la animación y realidad aumentada. Y por supuesto en la Inspección y Evaluación de Edificios y la Eficiencia Energética, tan necesarias hoy en día.

Imágenes de la Sala VIP de la feria del arte ARCOmadrid 2013.

 

Un año después, el balance es positivo, aunque también hay lugar para la crítica. La juventud de los tres arquitectos, dicen que  «indirectamente es un factor que corre en nuestra contra» aunque matizan que «no por el hecho de ser jóvenes«, ya que se consideran suficientemente cualificados y formados como arquitectos, «incluso más aptos para el uso de determinados programas y herramientas informáticas que facilitan la labor del arquitecto». El problema, cuentan, reside en el hecho de que «no tenemos una amplia red de contactos o cartera de clientes creada, eso dificulta a la hora de abrirse un hueco en un mercado muy competitivo».

Quizá ese ‘problema’ fue el impulsor del nombre del estudio. «Una vez terminamos la carrera, siempre que solicitábamos trabajo o colaboración a diversas empresas y estudios de arquitectura la respuesta fue ‘que no’. Esa frase fue calando en nuestro subconsciente hasta revertirla en forma de motivación así que decidimos adoptar ese nombre y considerar ‘que no’ somos sólo arquitectos, somos artistas, pintores, escultores y diseñadores entre muchas otras faceta.

“Residuos muy humanos”. Escultura expuesta en la exposición temporal celebrada en Nave E.

 

En cuanto al panorama actual, pregunta obligada, estos tres emprendedores saben que la clave está en la diversificación. «La arquitectura hoy en día no es fácil. Los costes derivados de la profesión no han bajado (colegiación, responsabilidad civil…) pero el volumen de trabajo sí, los grandes encargos han desaparecido para dar cabida a pequeñas reformas o inspecciones técnicas que además de los arquitectos pueden desarrollar otros técnicos, lo que aviva la competencia y la bajada de precios».

Sin ‘pelos en la lengua’, el espíritu crítico de Miguel, Fernando y Javier también tiene palabras para conocidos casos de polémica urbanísitca de la capital. «Sigue habiendo grandes temas que hacen sangrar a la sociedad y a la opinión pública segoviana vinculados directamente a la arquitectura. Es de agradecer que con estas líneas se ponga de manifiesto que nuestra profesión no aumenta la popularidad individual, pues las construcciones megalómanas normalmente no dan cabida a una mayoría de la sociedad, y terminan atrayendo enfrentamientos que lo único que generan son cadáveres urbanos difíciles de terminar, costosos de mantener e imposibles de licitar».

Aun así, las ganas de seguir apostando por dedicarse a lo que más les gusta, transformar la funcionalidad en arte y arquitectura, es el denominador común de estos tres amigos que, como otras muchas historias de éxito, dieron rienda suelta a un proyecto que se fraguaba sin saberlo en las aulas de la ya desaparecida Universidad SEK.

 

Bombillas empleadas en la Sala VIP de ARCO, aportadas por Oliva Iluminación.

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