Este pueblo de Segovia esconde un tesoro, con apenas 10 habitantes, ya que es la cuna de uno de los grandes restauradores de Segovia y de España.
José María Ruiz Benito nació en Castroserna de Arriba, y allí pasó su infancia y adolescencia. De hecho, hace unos meses, su pueblo le rindió un homenaje dando su nombre al parque de esta pequeña localidad segoviana.
Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda
Según detalla la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda en su página web, «Castroserna de Arriba es pedanía de Prádena, y se encuentra junto a la Ribera del río San Juan, a 5 km al norte de Prádena».
Las casas de Castroserna de Arriba se distribuyen de forma irregular con una arquitectura sólida de piedra caliza y en cuyas fachadas es común ver decoración con el típico esgrafiado de la zona.
–La apasionante vida de José María en ‘José María. Valor y valores’ –
¿Qué ver en Castroserna de Arriba?
Uno de sus monumentos es a iglesia de Nuestra Señora del Rosario.Se trata de un templo de origen románico tal y como demuestra su portada lobulada y policromada, aunque exteriormente es una iglesia de factura barroca.
El templo consta de una sola nave rematada por una cabecera cuadrangular, con una torre que se levanta en el lado sur.
Precisamente, en un sillar de la torre podemos leer una inscripción que dice: «Hízose siendo cura el licenciado Domingo Martínez y Ruiz. Año de 1665».
En el interior destaca su retablo mayor, de estilo barroco, que alberga la imagen de Nuestra Señora del Rosario. También es interesante su pila bautismal románica, situada a los pies del coro, y con forma de cáliz de flor, con ocho cabezas labradas entre los pétalos y un pie adornado con motivos vegetales. Destaca su campanario, muy bien conservado.
Próximo al templo, se pueden ver las ruinas de la Casa-Palacio de los Marqueses de Castroserna y Condes de Adanero, de la que se conserva una imponente fachada, con un arco de piedra y un escudo blasonado.
Unos metros por detrás aparecen también ruinas de los corrales y caballerizas, y las dependencias de los criados.
Además, junto al parque que hay a la orilla del rio se encuentra el Potro de Herrar bien conservado que está hecho con madera de enebro de la zona.