La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, asegura que el Ayuntamiento tiene en marcha el primer test de movilidad para ver cómo alejar, lo antes posible, el tráfico del entorno del Acueducto. Afirmó que serán medidas “con sensatez y pausa”, a las que no pone plazo. Tampoco hay fecha para la entrada en vigor de la ordenanza municipal para la protección del monumento, que cierra el próximo día 30, el periodo de presentación de alegaciones.

Clara Luquero recordó que hasta las diez de la noche, la Policía Local de Segovia, mantiene en la Plaza Oriental, el primer test de movilidad y tráfico en el entorno del Acueducto, para ir recabar la información necesaria para que “los ingenieros de obra pública y arquitectos elaboren un anteproyecto de propuestas que luego lo estudiaremos a nivel político”, resumió la alcaldesa.

La idea es sencilla,se hará una recolocación de los bolardos de granito que marcan el entorno del Acueducto, “describiendo otro espacio urbano peatonal”, aseguró Luquero. “Estamos viendo como hacerlo”, porque se descarta la línea recta. “Ganamos más espacio peatonal, si describimos una curva”, explicó Luquero.

También se estudia la eliminación de la isleta, en la que hay colocada una farola, “que se quedó de una anterior reforma”, y que no hace ninguna falta que esté ahí, según la alcaldesa, porque se puede colocar en otro lugar, “en la misma rotonda, en el otro extremo, de forma simétrica”.

Luquero explicó que el objetivo es ir retirando elementos de los aledaños del monumento romano, buscando “cómo distribuir ese flujo de movilidad sin crear problemas, alejando lo más posible el tráfico”. Un proyecto en el que trabaja el Ayuntamiento de Segovia, en solitario, y “desde la modestia y, con los medios y recursos, que tenemos”.

Para Luquero, hay que dejar de lado la grandilocuencia y descartar “lo que dicen otros de convocar un gran concurso, con grandes arquitectos, para que se luego se queden en un cajón”, como los que hay de la época de los gobierno del Partido Popular, “porque no hay recursos suficientes para ejecutarlos”.

Las paradas de los autobuses, en principio, seguirían en el mismo sitio, como las terrazas que, “tienen licencias vigentes. Están autorizadas”. Luquero insistió en que se va a actuar para “preservar la imagen de nuestro monumento, ganando espacio para los peatones”, a la vez que se asegure “que no se perturbe la movilidad». Objetivo que «nos llevará tiempo porque hay que hacerlo con pies de plomo”.

Se estudiará durante todo el día, los flujos de tráfico, con el nuevo diseño del espacio peatonal al lado del Acueducto, señalizado con conos de plástico. A primera hora, no se han notado ningún cambio respecto a otro día, “a la hora de la entrada a lo colegios”, resumió la alcadesa.

Luquero pidió “pausa y sensatez” para tener el diseño definitivo del tráfico en la Plaza Oriental, con medidas que perfectamente podrán entrar en vigor antes de la aprobación definitiva de la ordenanza municipal de protección del entorno del Acueducto. “Va a demorarse más la ordenanza que esto, pero con pausa, no digo plazos”, reiteró Luquero.

Nueva ordenanza 

Una ordenanza que, según la concejala de Patrimonio Histórico, se encuentra desde hace algo más de dos meses, en exposición pública. Se puede consultar en la sede electrónica del Consistorio, www.sede.segovia.es. El plazo finaliza el 30 de septiembre y tiene como objetivo que los ciudadanos puedan presentar sus sugerencias a este margo regulador de protección.

De momento, se han presentado cuatro alegaciones. Una vez concluido el plazo, la concejalía las estudiará y elaborará un borrador de la ordenanza municipal. “Después se tienen que consensuar con los grupos municipales y pedir los informes correspondientes”, explicó de Santos. Además de pasar por comisión informativa, que la eleve a pleno para su aprobación inicial. Después vendrá otro periodo de exposición, de 20 días, antes de publicar el documento en el Boletín Oficial de la Provincia.

Ni la concejala ni la alcaldesa se atrevieron a poner una fecha de entrada en vigor de la ordenanza que establecerá por primera vez, un marco normativo. El Acueducto de Segovia sólo disponía de un protocolo de usos de su entorno. “Al no tener carácter normativo, su cumplimiento era muy limitado, incluso una multa por una conducta incívica”, explicó Claudia de Santos.

Reforzar la protección

La ordenanza busca reforzar la protección del Acueducto. Un documento que plantea minimizar el efecto pernicioso del tráfico proponiendo como medida inmediata, la restricción o la supresión del tráfico en sus aledaños. Así como, revalorizar el entorno, regular las actividades y espectáculos o evitar la degradación visual por parte de vecinos y visitantes.

Además se evitará la contaminación visual, buscando la racionalización en toda la zona y su integración armónica, desde una “dimensión preventiva, delimitando un área alrededor del monumento llamada entorno de protección”. Un concepto que se dividirá en tres partes: zona de protección integral, zona de protección alta y zona de protección media.

La ordenanza otorgará un papel protagonista a la sociedad, para que sea consciente del gran abanico de conductas incívicas que se pueden evitar. “Conocer y valorar más”, señaló la concejala de Patrimonio, porque no sólo es la economía de la ciudad, “sino que es la propia identidad la que está en juego”, en la que entran todas las afecciones hacia el monumento. De Santos recalcó que es hablar de Patrimonio Mundial, es decir, que “a quién tenemos que dar cuenta es la a Humanidad”.