Carrera del Pavo
Carrera del Pavo 2024 Img/Archivo

Cada 25 de diciembre, decenas de ciclistas recorren las principales calles de la ciudad de Segovia montados sobre bicicletas sin cadena. Sí, sin cadenas. Este evento es conocido como la Carrera del Pavo y tiene un profundo arraigo en la sociedad segoviana. Pero, ¿de dónde viene esta tradición?

La Carrera del Pavo de Segovia se originó en 1935 como una competición ciclista popular y humorística, ideada por la Sociedad Ciclista Segoviana (actualmente Unión Ciclista Segoviana), donde los participantes corren en bicicletas sin cadena (por lo que no se puede pedalear) por las calles de la ciudad, usando la inercia cuesta abajo y el equilibrio para subir cuestas.

Los planes más navideños en Segovia y su provincia

Los primeros recorridos salían de la localidad vecina de La Lastrilla y terminaban en Vía Roma. Pero, al cabo del tiempo y gracias al movimiento natural del manillar para mantener el equilibrio encima de la bicicleta, se fue comprobando que además de ayudar a mantener el equilibrio, este movimiento también hacía avanzar la bicicleta. A partir de ahí se fueron aumentando los retos hasta la actualidad, en que la prueba, sin perder su origen, se basa en avanzar en una bici sin pedales cuesta arriba.

Es sin duda, un desafío deportivo de gran complejidad. Si hacer frente a las interminables subidas de la capital provincial es ya de por sí un reto, hacerlo en una bici sin cadena es un hito.

Un premio singular para una prueba singular

El nombre del evento viene dado por el premio, no por el proceder tan cómico y torpe de estos valientes ciclistas. Aquel que gane la carrera se lleva un pavo, el cual, hasta hace unos años se entregaba vivo. Actualmente, se entrega desplumado y precintado, ideal para disfrutar en una cena navideña.

Carrera del Pavo 2025

Este año la Carrera del Pavo celebra su 90 edición y tendrá lugar a las 11:30 horas con salida desde la Plaza de Día Sanz. Recorrerá el entorno del Acueducto y subirá por la Calle Real, que acogerán una gran cantidad de personas que se acerquen a ver la prueba.

Sin duda, es una tradición navideña única que combina deporte, humor y la habilidad de los ciclistas en un recorrido urbano emblemático. Para todos aquellos que se animen a participar este año: ¡Buena suerte y haced mucho el pavo!