La Gimnástica Segoviana empezó la temporada de la mejor manera posible, ganando (2-0). Lo hizo ante un CD Numancia que dejó una paupérrima imagen en La Albuera y que apenas inquietó a Carmona, que tuvo un partido inesperadamente plácido.
Y en el buen tono general de los azulgrana destacó Plomer. El balear anotó dos goles, llevó peligro en casi todas las opciones que protagonizó y le dio la razón a su entrenador, Ramsés Gil, cuando dijo que confiaba en la segunda línea para anotar los suficientes goles como para no echar de menos a otro delantero.
Un once sin muchas sorpresas
Formó Ramsés Gil con Carmona en portería; Hugo Marcos, Javi Marcos, Abel y Rubén en defensa; Manu y Llorente en el eje con Merencio y Plomer por las alas, Ivo de enganche y Segovia en punta. Arévalo, Astray, arranz, Maroto, Silva, de la Mata y Oliva quedaron en el banco como opciones de refresco. Borrego, Hugo Díaz y David López irán entrando en dinámica poco a poco. Serán muy importantes este curso, pero este domingo no se les echó de menos en La Albuera.
Quince minutos de casi nada
No dieron para mucho los primeros compases del partido. Las disputas en el centro del campo eran la tónica predominante, y cuando alguno de los equipos se animaba a lanzarse en ataque buscaban sus respectivas alas derechas con Plomer y Rubén Sacristán, respectivamente.
El aguacero que acompañó a los futbolistas en los primeros instantes y el delicado estado del césped no animaba al juego combinativo, y los dos conjuntos optaron por el juego directo, algo a lo que fundamentalmente la Gimnástica no está acostumbrada.
En una de las treguas climatológicas que concedió el partido, intentó elaborar la Gimnástica raseando el cuero en la medida de sus posibilidades – y de las concedía el verde – con un Numancia algo más a la expectativa. Así llegó la primera opción de la Sego para Segovia que cazó un balón en el área pequeña que topó con un contrario y terminó siendo saque de esquina para los locales. Apretó la Gimnástica con otra aproximación que acabó en un nuevo saque de esquina, pero sin inquietar a Dorronsoro, cancerbero numantino.
Un Numancia contundente, pero sin fútbol
Moustapha vio la amarilla para el Numancia en el minuto 23 por una fuerte entrada en el centro del campo. Javi Moreno, su entrenador, se desgañitaba en la banda descontento con sus jugadores ante la poca vocación ofensiva de su equipo. David sumó una amarilla más para los sorianos al castigar a Plomer con una fea entrada siguiendo la tónica de juego brusco visitante.
La Segoviana empezó a percutir también por la izquierda con García Merencio ganando duelos con su lateral. En uno de ellos, el extremo exigió a Dorronsoro cuyo acrobático despeje cazó Plomer, en un disparo sin peligro.
La Sego mejor, pero sin excesos
Abel acortó distancias en el casillero de amarillas para los gimnásticos y el Numancia se estiró – un poco – acto seguido y logró su primer disparo a portería – flojo y raso y sin ver portería – en el minuto 27.
Pese a ser una tarde de lo más desapacible, sí que hubo una buena afluencia de espectadores (937 según cifra oficial del club) – incluido un buen número de sorianos – que mostraron su descontento con el colegiado, que estuvo demasiado pendiente de las cosas pequeñas y no supo frenar el juego agresivo. Reclamó penalti la parroquia gimnástica por una mano soriana en el área (no lo pareció).
Dorronsoro canta, Plomer marca
Un balón colgado por Llorente en una falta alejada y lateral procedente del lado derecho encontró la inestimable colaboración de Dorronsoro, que con una salida errática dejó el balón muerto a los pies de Plomer, que anotó a puerta vacía. Si alguien merecía – más por intención que por acierto – adelantarse en el luminoso, era la Sego.
El gol descompuso al Numancia y espoleó a la Segoviana. Plomer, con vertiginosas conducciones en tres cuartos seguía buscando a García Merencio, que hace de cada balón que recibe un envío al corazón del área. Buena presentación del joven atacante en su nuevo feudo.
Una amarilla para Hugo Marcos y la expulsión del preparador físico local, Nacho Gonzalo, capitalizaron los estertores del primer parcial que resultó bronco y con más presencia en ataque del conjunto soriano, quizá en parte por la entrada de Lupu, que sustituyó a David dejando bien a las claras que el partido no le estaba gustando nada a Javi Moreno.
Ivo deja su sitio a Juan de la Mata en la reanudación
Retocó el once Ramsés Gil en el descanso sustituyendo a Ivo por Juan de la Mata. Estaba pasando un tanto desapercibido el joven segoviano, del que se espera mucho esta campaña.
El Numancia, sin más permuta que la realizada en los últimos compases del primer parcial, salió más animoso en ataque buscando los balones a las bandas para generar superioridades y así logró tres saques de equina casi consecutivos en seis minutos. Un balón de Rivero estuvo a punto de rematarlo Moustapha en el segundo palo en lo que fue la aproximación con peligro más importante del Numancia hasta entonces.
La Segoviana sufría en defensa ante el empuje numantino y Ramsés movía el banquillo en el minuto 55 dando entrada a Silva por el amonestado Hugo Marcos. Un disparo de Primo al palo en el 56 se convirtió en la primera gran amenaza visitante. Y a la postre, la única.
Confianza total en la cantera
Abel pudo hacer el segundo para la Gimnástica a la salida de un córner en el minuto 58 rompiendo la dinámica de ataque del Numancia, pero su remate de cabeza salió alto. Fue entonces cuando Segovia y García Merencio dejaron su sitio a dos canteranos: Maroto y Arévalo. No puede decirse de Ramsés que escatime minutos a los jóvenes, todo lo contrario. Buscaba pulmones en el equipo ante el empuje soriano con siete segovianos en el campo. Viva el fútbol base.
Los cambios le sentaron bien a la Sego que retomó el mando del juego. Lo intentó Manu con un disparo desviado en el minuto 65 y un balón al corazón del área pequeña evidenció que Dorronsoro no estaba para tranquilizar a sus defensas, precisamente. Diamanka y Noe entraron por el Numancia ocupando el sitio de Moustapha y Rubén Sacristán, pero el Numancia no terminaba de carburar.
Plomer, por la puerta grande
El paso de los minutos metía prisa a los de Javi Moreno. La Gimnástica, por su parte, mantenía el orden defensivo e incluso se permitía alegrías en ataque con Maroto y Plomer. Silva puso la cara para salvar un disparo con peligro del Numancia y Astray disfrutaba de sus primeros minutos de la temporada sustituyendo a Llorente en el minuto 76.
Con el partido encarando la recta final apretó el Numancia colgando balones que blocaba con solvencia Carmona. Pero fue Plomer, el mejor de la tarde, el que aprovechando que el Numancia buscaba la heroica encaró a Dorronsoro, lo quebró dos veces y marcó el segundo de la tarde ante la alegría de la parroquia gimnástica.
A partir de ahí solo apareció la impotencia de un Numancia que tendrá mucho que mejorar si quiere ser ese equipo con el que cuenta todo el mundo, capacitado para ascender a Primera RFEF sin necesidad de play off.
Tres puntos para empezar
No fueron buenas las sensaciones en pretemporada, pero con el arranque del curso la Gimnástica ha mostrado credenciales de equipo sólido, solvente y sobre todo cohesionado. Con incorporaciones plenamente adaptadas, jugadores jóvenes descarados y no exentos de calidad y con una fe ciega del grupo en su entrenador, que los aprieta en los entrenamientos y partidos y los protege y alaba en sus declaraciones públicas. Que no decaiga.