El museo de Segovia destaca, como ‘pieza del mes’ de septiembre, fragmentos de pintura mural de los siglos I y II d.C., recuperados en los trabajos de excavación realizados en el año 2007 en el número 19 de la calle de la Judería de la capital segoviana. Durante estos trabajos se extrajo una gran cantidad de material romano, así como restos de pavimentos de mosaicos y de pintura mural de la decoración de las paredes. El tipo y la calidad de los materiales recuperados hacen suponer que los restos proceden de una vivienda de clase alta.
Los fragmentos de pintura mural aparecieron rellenando un foso y corresponden probablemente a diferentes estancias del edificio, ya que los motivos decorativos son variados y no siguen un mismo esquema. Además, algunos de estos fragmentos, especialmente los de mayor tamaño, mantienen la peculiaridad de ofrecer por el reverso la huella del muro al que se adaptaba la pintura, de manera que se puede llegar a determinar la técnica de ejecución del muro del edificio por la impronta que se mantiene en parte de estas piezas.
El examen visual de la técnica de elaboración de la pintura indica la presencia de cuatro capas diferenciadas: una primera que sirve para igualar los desniveles e irregularidades del muro y compuesta por mortero de cal y arena con granulometría muy irregular, pero identificándose en mayor medida los de grosores medios y mezclada con restos de ceniza. Una segunda capa de composición similar a la anterior pero sin ceniza. Una tercera de granulometría mucho más fina con una composición similar de mortero, a base de cal y arena. Y por último, una fina capa final con composición predominante de cal, de granos muy finos y color mucho más blanco que las anteriores.
La técnica pictórica de esta pintura es fundamentalmente el fresco, a excepción de algunos detalles decorativos, los más delicados, realizados al seco y probablemente con pigmentos disueltos en agua de cal.
La pintura mural doméstica en Segovia
Toda pintura realizada sobre una pared es una pintura mural, pero la técnica de elaboración de esta va a determinar que se trate de un fresco, un falso fresco, un temple, una técnica mixta, grasa, a la caseína, etc. De todos ellos, la técnica del fresco es la que requiere más pericia y habilidad, ya que la elaboración de una pintura al fresco solo es posible hacerla mientras que el tendido se mantiene húmedo, al secarse, ya es imposible seguir pintando.
La decoración muraria es característica generalizada en el mundo romano y la calidad técnica y artística dependerá de la habilidad del artista, pudiendo llegar a lograr los grandes maestros, revestimientos luminosos, vibrantes, con sorprendentes detalles, exquisitas graduaciones de colores y superficies de brillo prodigioso.
La mayor parte de la pintura mural romana recuperada en Segovia puede ser englobada en el denominado mezzofresco, o falso fresco, técnica muy habitual, realizada en su mayor parte al fresco pero con acabados en seco, bien al temple, a la encáustica, o aglutinados con agua de cal, de modo que estas últimas aplicaciones forman una capa claramente diferenciada.
Los visitantes pueden acercarse a descubrir la pieza del mes de septiembre en el Museo de Segovia en el horario habitual de apertura al público del centro, de martes a sábados, de 10.00 a 14.00 horas, y de 16.00 a 19.00 horas; y los domingos de 10.00 a 14.00 horas.