Agentes medioambientales de la Junta denunciaron a un pescador tras sorprenderle en una zona catalogada como coto «sin muerte» en el río Cambrones utilizando aparejos ilícitos, con los que ya había capturado 13 truchas. El infractor se enfrenta ahora a una sanción económica, la retirada de la licencia de pesca y una inhabilitación para obtener permisos en la Comunidad durante tres años.
En la modalidad de pesca «sin muerte» sólo se puede utilizar mosca artíficial o cucharilla de un solo anzuelo y, en ambos casos, “con arponcillo ausente o inutilizado”. Además cualquier ejemplar capturado debe de ser devuelto a las aguas del rio de forma inmediata, “procurando ocasionarle el mínimo daño en su manejo”.
Los agentes comprobaron que el pescador, tenía licencia pero carecía del permiso correspondiente para ejercer la pesca en este tramo de río. Se le incautaron los aparejos que no eran los indicados para esta tipo de captura, así como las 13 truchas comunes de distintas dimensiones, entre los 16 a 25 centímetros, que había guardado en su mochila.
La trucha común está declarada como especie de interés preferente y su pesca, en las aguas libres trucheras, debe realizarse en la modalidad de «sin muerte» para garantizar la conservación de las poblaciones.