Ni víctima ni asesina: Caso cerrado. La excarcelación de Noemí Martínez «por fallecimiento» (suicidio) ya ha sido comunicada a todas las partes. Su suicidio, en la cárcel de Asturias donde permanecía ingresada como acusada del asesinato de su propia hija, la pequeña Olivia, da un nuevo giro al caso. No hay condena, no hay asesinato, y, por lo tanto, no hay víctima. Así será cerrado este caso judicialmente. La responsabilidad penal es personal, no se hereda. Por ello, Olivia no formará parte de los registros oficiales de violencia doméstica, no computará en las estadísticas de madres que han acabado con la vida de sus hijos. Con el suicidio del acusado, todo se acaba.
Este sábado se cumplen once meses de este terrible suceso que conmovió a toda la sociedad segoviana. Se produjo después de que la Justicia otorgara a su padre, el segoviano Eugenio García, la custodia de la menor tras años de pugnas judiciales y de recibir decenas de denuncias por parte de su expareja y presunta asesina de su hija. Un día después de recibir la sentencia, la pequeña ingirió un vaso de cacao con una dosis letal de fármacos, presuntamente suministrados por su propia madre. La policía encontraba su cadáver, en el domicilio materno y junto a su presunta asesina, después de que su tío y hermano de Noemí Martínez avisara porque no conseguía localizarla. Estaba alertado, horas antes, había recibido un mensaje de su hermana asegurando que antes de entregarla, acabaría con su vida, informaron fuentes de este diario.
Tras atribuirla un «delito de asesinato», pocos días después, el juzgado de Instrucción número 1 de Gijón dictaba orden de prisión provisional sin fianza para la madre de Olivia. Todo parecía apuntar que se enfrentaría a prisión permanente revisable.
Eugenio García: «Su suicido es una noticia doblemente mala».
Siempre intentó guardar la calma, incluso en los momentos más difíciles. «Estoy roto», confesaba, pero, aún así, se muestra sereno, cercano… Ahora mantiene esa actitud. «Mi único objetivo era la justicia», lamenta Eugenio García, padre de la pequeña Olivia.
Tras conocer el desenlance de Noemí Martínez, en declaraciones a Segoviaudaz.es asegura que «No es motivo de alegría la muerte de nadie, entiendo y respeto el dolor que tiene que sentir familia. Sin embargo, añade, «ella sí ha podido decidir su final, Olivia no tuvo esa oportunidad».
«Es una noticia doblemente triste porque, además, nos ha arrebatado (a todos los que amábamos a Olivia) el derecho a condenarla penalmente por el asesinato de una niña indefensa de seis años», sentencia. «Desde el primer momento defendí que no era una cuestión de hombres y mujeres, es una cuestión de buenas o malas personas. Todo es consecuencia del odio, un odio que terminó con la vida de mi hija. Al final, sólo quedan dos familias rotas» .