Un total de 10 ejemplares de cerdo Mangalica nacieron la pasada semana en la granja de la empresa segoviana Monte Nevado, ubicada en la localidad segoviana de Carbonero el Mayor. Los ejemplares son los primeros cerdos de esta variedad húngara en nacer en España. El objetivo, como señalaron fuentes de la empresa, “no es dedicarnos a la cría, pero sí darlos a conocer a clientes, distribuidores y a la sociedad”.
El parto de dos de sus ejemplares, caracterizadas por la lana que recubre su cuerpo, dio como resultado el nacimiento de tres cerdos de la variedad golondrino, de lana de color negra y blanca, y siete de la variedad rubio, de color blanco al completo.
La empresa manifestó la alegría de contar con el nacimiento de los animales tras los 114 días de gestación de sus madres, y añadieron que el objetivo es “mantener una pequeña cabaña de aproximadamente diez ejemplares, que nos permita poder observar en España y en vivo algunos ejemplares de esta raza tan Interesante y única”. Hasta la granja se acercaron curiosos y visitantes para poder contemplar las crías nacidas de los primeros cinco ejemplares que se trajeron a España en octubre de 2010.
La empresa segoviana, fundada en 1898, fue la encargada de salvar de la extinción a esta raza húngara que comparte ciertas similitudes con sus primos los ibéricos, ya que ambas especies proceden de la raza troncal mediterránea. La empresa cuenta con varias granjas en Hungría y el pasado año comercializó 25.000 jamones Mangalica, de los que buena parte acabaron en los mercados de Estados Unidos y Japón, países donde son muy apreciados por los mejores restauradores.
Los cerdos se sacrifican en mataderos húngaros. Mientras los jamones, el lomo y las paletas se exportan a Carbonero, donde Monte Nevado elabora y cura sus exquisitos productos, el resto se queda en la propia Hungría para fabricar chorizo y salami.
La hazaña, hizo que la empresa segoviana figure en el Gran Libro de la Gastronomía Húngara, como salvadora de esta raza porcina, y su labor también ha sido reconocida en numerosas ocasiones por el Parlamento y el Gobierno magiar. Como prueba de este agradecimiento, en el año 2009, Lászlo Sólyom, entonces presidente húngaro, aprovechó una visita oficial a España para conocer con su esposa las instalaciones de Monte Nevado en Carbonero el Mayor.