Miguel Ángel Antona recibió el pasado mes el Premio Cecale de Oro por la provincia de Segovia a toda su trayectoria empresarial frente a Innoporc. Tras la emocionante entrega del Premio ‘Empresario del Año’ de la Federación Empresarial Segoviana, hablamos con él de esta tarea a la que denomina “full-time” porque, como asegura, “tienes que dedicarte al 100% para avanzar”.  Repasamos el pasado de su empresa y abordamos el presente y futuro de Innoporc, volcada en un proceso de relevo generacional en el que Miguel Ángel Antona quiere dejar establecidos los pilares de una ejemplar empresa familiar para “apoyar la estabilidad de un territorio y así revertir en la sociedad”.

-¿Qué significa que le reconozcan toda una vida dedicada a la empresa?

Es una satisfacción porque se reconoce una trayectoria de muchos años dedicado al mundo empresarial. Y que el premio venga de la Federación Empresarial Segoviana, a la que he estado vinculado mucho tiempo, te da una satisfacción doble.

-¿Qué ha sido lo más fácil y lo más difícil de todos estos años al frente de Innoporc?

En muchas ocasiones, lo fácil y lo complicado van unidos en la actividad empresarial. Es un todo. En función de la coyuntura y a nivel general del sector hubo una época muy mala con la crisis y en el sector entre los años 2007 y 2009 en los que hubo una importante subida en los precios de la materia prima. Hubo muchas empresas que no consiguieron sobrevivir.

¿Cómo se sale de estas situaciones?

Se sale teniendo fe en lo que uno hace y aportándole mucha dedicación. La actividad empresarial es full-time, tienes que dedicarte al 100% y si no, no avanzas. Esta dedicación además te otorga cierta capacidad de prever los problemas con los que hay más opciones de sobrevivir y continuar realizando tu actividad.

Entonces, ni hablamos de desconexión laboral…

Igual los empresarios actuales, con una mayor cualificación u otra forma de concebir la empresa la conocen. Pero en mi generación no la hemos conocido. De hecho, se sacrifican muchas cosas como la familia y los que te rodean, siempre que ellos te apoyen como ha sido mi caso. Si no lo aceptan, ya es más complicado

– ¿Qué valores priman en la producción de la Innoporc? ¿Cuáles son sus pilares fundamentales?

Hemos intentado ser innovadores siempre para favorecer el desarrollo de la actividad. El ejemplo es Innoporc, dedicado a la producción porcina; y la creación de Nutriganse, la fábrica de piensos que tenemos para abastecer de alimentación a nuestra producción.

Además, hemos tenido muy en cuenta siempre los Recursos Humanos consiguiendo un modelo en el que nuestros trabajadores puedan conciliar su vida laboral y personal; contando con los mejores y favoreciendo sus condiciones para revertir en la empresa.

La incorporación de nuevos equipos, incluidos mis propios hijos, ha traído consigo herramientas tecnológicas de gestión de personal, de calidad en la producción…para procurar ir siempre delante del sector.

-¿Qué aporta Innoporc al territorio sobre el que se asienta?

Como actividad vinculada al territorio, genera recursos económicos y empleo en un espacio en la que es difícil desarrollar otra actividad económica. Es de las pocas actividades que tienen opciones de futuro en el medio rural porque no necesita de grandes equipamientos e infraestructuras.

Eso nos recuerda al término de moda “la España vaciada”…

Se ha hecho muy poco por el medio rural. Requiere de actividades que generen empleo permanente y no de forma puntual. Aunque de momento tengamos una sociedad eminentemente urbana, tenemos posibilidades de no dejarlo morir del todo. Los poderes públicos tienen que hablar menos y tomar medidas de dos formas: dotando de infraestructuras, que tiene un coste importante; o compensar el déficit del medio rural con medidas fiscales para que a la gente le resulte atractivo económicamente vivir en este entorno. No podemos convertir al medio rural en una reserva porque estaría muerto.

Y en Segovia, ¿qué alicientes y problemas tenemos para atraer inversiones?

El principal aliado y enemigo de Segovia es Madrid. Por su cercanía de momento es enemigo porque la capital no deja de absorber población y Segovia tampoco ha sabido retenerla. Llegará un momento en Madrid no sea capaz de continuar atrayendo a población y que esta se genere en Segovia. Pero nosotros tenemos que marcarnos un objetivo y crear un ambiente atractivo para que esto pueda suceder. Ni siquiera hace falta que pensemos en un tipo de empresa u otra, porque atrayendo población cualquier actividad sería una oportunidad y las empresas lo verán por sí mismas. No estamos desde luego para exigir tipologías de empresas. 

¿Cómo ve entonces el futuro del tejido empresarial segoviano?

Obligatoriamente tiene que pasar por la redimensión. Las empresas tienen que ganar tamaño para llegar a las condiciones económicas en las que se mueve la globalización. Las empresas tienen que evolucionar para alejarse de su fecha de cierre y ser más competitivas.

-Hablando de empresa, si tuviera que tomarse un café con otro EMPRESARIO en mayúsculas, ¿con quién lo haría y por qué?

En Segovia tengo muy buenos amigos en el mundo empresarial y a todos les tengo un enorme cariño. Pero la persona que siempre me ha parecido fantástica es Amancio Ortega, que empezó vendiendo ropa con una maleta y mira dónde ha llegado. Aunque sea una multinacional no deja de ser una empresa familiar. Es el empresario al que más admiración tengo.

-¿Qué valor concede a las empresas familiares?

Son un instrumento valiosísimo y habría que cuidarlas y potenciarlas mucho más. No solo en el tema económico, sino el ámbito sociológico, porque las empresas familiares son las que más dotan a la clase media del país. Hay que apoyar la estabilidad de las empresas familiares porque revierten directamente en la clase media de la sociedad.

– ¿Cómo tiene que ser un relevo generacional para que la empresa funcione bien?  

Por un lado, el empresario que tenga su negocio tiene que estar convencido de él y trabajar sin estar pendiente continuamente del relevo generacional. Y, por otro lado, la persona que herede la empresa tiene que tener claro el potencial de esta para desarrollarla cubriendo sus ambiciones. Si no colma sus ilusiones o proyecto de vida, no funcionará ese relevo generacional.

En mi caso, con mis hijos siendo parte de la empresa, no puedo decir que siempre estemos de acuerdo. Pero no supone un problema porque se genera un equilibrio en la empresa. A mí me encanta involucrarlos con sus ideas y que se encuentren con las mías. Solo así asumirán que la vida es un equilibrio.

-¿Cómo le gustaría ver a Innoporc dentro de 20 años?

Me gustaría que se consolide bien el relevo generacional. El modelo está cambiando de una gestión muy personal propia a uno de trabajo en equipo que llevamos año implantando. Por eso confío en que está garantizado gracias a las ideas e inquietudes del equipo. Teniendo esa gestión y dirección, el crecimiento y desarrollo vendrá por sí solo.