Mónica Carretero comenzó hace 13 años a ilustrar sin más ambición que la de desarrollar una vena creativa que no consideraba “muy especial”. Por aquel entonces era la propietaria de un salón de té en el barrio de San Esteban en Segovia y sus dibujos pronto captaron la atención de varios representantes, especialmente después de alguna exposición en Madrid. Carretero se considera “de vocación tardía” porque siempre le gustó dibujar “pero no sabía como encauzarlo”, asegura.
Fue el editor asturiano Gonzalo Moure el que puso en contacto a Mónica Carretero con la escritora Mónica Rodríguez y juntas publicaron el primero libro que ilustró Carretero: ‘El hada Margarita’. Desde entonces y hasta ahora, Carretero ha participado en la edición de multitud de libros, ha diseñado carteles, recordatorios e incluso durante un tiempo comercializó una linea de productos en la internet con sus ilustraciones. Reclamada por editoriales de Portugal, Reino Unido, Estados Unidos y España para diferentes trabajos, Carretero acaba de ilustrar una historia que tiene al tenista Rafa Nadal como protagonista y trabaja en un encargo para el Teatro Real.
A lo largo de su trayectoria, el público infantil ha sido mayoritariamente su objetivo “quizá porque tengo una personalidad ingenua y bastante curiosa, me gustan los colores y disfruto mucho con la literatura infantil y no me llaman la atención otro tipo de públicos”, afirma. Pese a la dificultad que puede entrañar hacer dibujos que puedan gustar a los niños, Carretero asegura que es más difícil tratar con los editores que con los niños porque los pequeños “tienen un lenguaje universal”. En ese sentido, las editoriales anglosajonas son más “especiales” que las españolas o portuguesas. “En Inglaterra son mucho de opinar mientras que en España tengo mucha libertad creativa”, dice.
Buena prueba de que la carrera artística de Mónica Carretero está consolidada es que a pesar de algunas crisis creativas y haberse dedicado a la venta de productos con sus ilustraciones por internet, no ha bajado su volumen de trabajo porque, considera “he tenido siempre un estilo muy definido” que supera las diferentes modas y es que hubo un tiempo en que los libros infantiles estaban ilustrados más al gusto de los padres que al de los niños.
Uno de los últimos trabajos de Carretero será publicado el próximo día 25 de noviembre y tendrá al tenista Rafa Nadal de protagonista. La Fundación ‘Lo que de verdad importa’ y la editorial ‘Cuento de Luz’ han editado tres publicaciones con diferentes protagonistas en las que han participado distintos escritores e ilustradores, siendo Carretero la responsable de los diseños del libro del deportista de Manacor con un resultado supervisado por el propio Nadal. El objetivo de las publicaciones es fomentar entre los valores la cultura del esfuerzo, trabajo en equipo, superación y optimismo
Carretero asegura que fue “muy fácil” dibujar a Nadal puesto que la familia le hizo llegar una serie de fotos familiares y además le ayudó el hecho de que personalmente la cayera bien. “Es un chico al que admiro muchísimo”, dice. Con los textos de Marta Barroso, Carretero recoge en las ilustraciones, además de al tenista, a su tío Toni Nadal con la intención de transmitir el mensaje de que con “empeño y mucho trabajo, todo se consigue”
Sueño de una noche de verano
Uno de los trabajos que en la actualidad le roba horas del día y de la noche a Carretero es una serie de ilustraciones para la representación de la obra ‘Sueño de una noche de verano’ que tendrá lugar en el Teatro Real de Madrid. Un trabajo en el que comparte tiempo con el segoviano Juan Arribas encargado de animar las ilustraciones.
Precisamente el campo de la animación empieza a “fascinar” a Carretero que no descarta emprender algún proyecto audiovisual en formato cortometraje “pero no con dibujos muy complejos, últimamente tiendo a simplificar los cuerpos y los personajes pero intento contar más cosas en las ilustraciones”, explica.
Defensora desde sus orígenes de la ilustración tradicional con lapices de colores y acuarelas, Carretero ha terminado rindiéndose a las nuevas tecnologías y trabaja con ordenador “porque me da mucha más libertad con las texturas y me siento muy libre trabajando”, dice y asegura mantener la misma ilusión cada vez que una editorial se pone en contacto con ella para algún trabajo y reconoce que solo se agobia “por los plazos de entrega, porque cambios no me hacen muchos que ya conocen muy bien mi trabajo”, sostiene.