La Asociación de Usuarios AVE Valladolid quiere denunciar y hacer pública su enérgica protesta ante lo que califica «como una salvaje y encubierta subida de precios por parte de RENFE». La operadora, fiel a su política de “verdades a medias” dicen desde la Asociación, ha comunicado a principios de mayo la subida de precios para los trayectos AVANT, «pero sin mencionar que se han variado las condiciones de uso para la Tarjeta Plus, más conocida como “Abono” entre los usuarios de este servicio ferroviario», apuntan.
En efecto, mientras que hasta el pasado mes de abril el número mínimo de viajes para obtener el abono era de 20 trayectos, RENFE ha limitado su utilización sólo para compras que formalicen 30 viajes o más. Un amplio colectivo de clientes que no necesitan viajar a diario queda por tanto excluido de las ventajas económicas que este abono les ofrecía. En contrapartida, RENFE habilita un abono de 10 viajes cuyo descuento sobre el precio estándar es de solo un 15%. ¿El resultado? Un usuario que compraba un Abono de 20 viajes por 322 € ahora tendrá que comprar dos abonos de 10 viajes desembolsando 454 €, lo que supone un incremento del 41%, en el trayecto Madrid – Segovia – Valladolid.
Los usuarios de la línea de alta velocidad han sufrido unas desorbitadas subidas anuales desde la puesta en marcha del servicio AVANT; tanto es así, que en apenas 3 años de servicio, el encarecimiento de los abonos se acerca ya al 25% acumulado. «Parece ser que RENFE no tiene fondo en este sentido y sigue penalizando sin medida a los usuarios habituales, para los cuales el tren es un medio de transporte necesario para trabajar, estudiar o desempeñar cualquier otra actividad que al final redundará en beneficio de la ciudad en la que residen», aseguran.
La asociación estudia elaborar próximamente un escrito que dirigirá a los organismos competentes en un intento de que los responsables nacionales y regionales tomen conciencia de que estas «indiscriminadas e ilógicas subidas de precios son absolutamente contrarias a lo que se espera de un servicio público de transporte que para más “INRI”, bajo el escudo gubernamental se jacta de “unir personas”. La pregunta que se hacen esas personas es “¿pero a qué precio?”.